Apuntes para Ana Tomé

Efraín Rodríguez Santana

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I
Soy el titular de estas voces
y como nunca antes regalo lo mejor
sé que no defraudaré a mis amigos
estos decapitados y aquellas cabezas sobre
la gran mesa dormidos en la noche.

II
Averroes trae consigo una lámpara de aceite
caminamos por una de las calles que va a dar al Guadalquivir
las piedras de una ciudad y el recuerdo de un tipejo con bigotes
que preparó aquella infamia regalo de un país pervertido.
Averroes nos conduce por el cielo de Córdoba
vuelen y olvídense ahora de ese tipejo con bigotes
que al mirar la sombra de la Bobadilla no entiende nada
foso del Castillo de la Fuerza que ha quedado ahora
para anunciar odio y mal gusto de un tipejo con bigotes
vuelen ustedes vean esta ciudad tan hermosa y olviden
con cuánto patetismo mintió sobre aquel dinero
como es habitual en él se acerca y con esa mueca te saluda
la gente corre y no escucha lo que dice este primo ministerial.

III

Como en las casas de feria nunca se cierra la cocina
y el último número es célebre por su abundancia de salsas y pescados
una casa de feria para amigos venidos de tan lejos por el olor
de las comidas y los licores
y tu amigo preferido llegaba y ponía el dulce de sus palabras
saber y poder decir de los otros cual guillotina que cae
de sus ojos hasta aquellos cuellos mentirosos
en un rincón del cuarto la sopa para los enfermos tú tiritando
y él haciéndote un cuento cualquiera entre cucharada y cucharada
ese amor de su callar también cuando reinaba la paz
ya sabes que se necesita un cómplice alguien que sepa de uno
hasta más allá de aquellas dunas de Corrubedo que atravesamos
como si fuera el único desierto que íbamos a tener en vida
tu caro amigo odiado por el tipejo con bigotes
guillotinado que al caminar deja una huella sucia en el polvo.

IV

Sabré hoy mi sentencia es silencio
y hoy mismo recogeré el regalo de dos maletas
un traje nuevo y una espumadera de arroz
el vapor que viene de una casa perdida
la mano conocida tomando un puñado
de granos frescos.

V

Los adoquines saltan al compás de la furia impensable
de aquella tarde
ganas de matar a la rata pocilguera porque si miente
debía tener al menos cierto pudor con sus argumentos
abrir la boca y exclamar un par de frases comprensibles
y una sonrisa siniestra que sellara la maldad de su vida
pero el poeta asesor se encarga con su silencio de taponear
la baba colérica de su jefe
después lee unos yambos ¡Mayombe-bombe-mayombé!
y repasa la lista oficial de condecoraciones
un dedo que ensaliva otro dedo que ensaliva otro dedo.

VI

Compone sobre mi pecho un mapa
distribuye allá dentro este recorrido
honor que me haces
que el mar se aleje de nuestra casa.

VII

Te doy mi cara sedosa de Madrid hasta la iglesia gemela
del Paseo de la Florida
donde con un desenfreno total una señora goyesca grita
a un señor goyesco
tipo joven que se deja arrastrar por el horror de unos ojos
y miramos nosotros también y nos vamos a comprar una bolsa
de naranjas dos racimos de uvas varios tomates y medio kilo
de fresas
te doy mi cara de asombro tocando las paredes enormes del faro
de Trafalgar y las olas que vienen de Marruecos y esas luces vistas
desde la torre del Tajo ahuyentan el mal presagio de los que se
marchan a otro sitio
y el mar es igual de enigmático en las islas que en los continentes
este mar hermoso como las despedidas que auguran el fin
de los ahogados
te doy esta cara tempestuosa de la Costa da Morte y desde aquel cuarto
en Finisterre vimos una luna llena que dibujaba la bahía del lugar
nada que no sea de este mundo nada de lo que tengamos que
arrepentirnos
una cara amorosa reencontrada en algún momento de la noche.

VIII

Toma la copa la llena de vino y canta para mí
de un rincón a otro del cuarto dos copas vacías
acuerdos que se van a cumplir
cae de esa ventana tranquila
fue de un balcón erguida en su clavado
buscando con su labio aquella promesa
cara de pagar.

IX

Los personajes de este lado del océano son dados al comentario
de ellos se habla despiadadamente y ellos a su vez entonan
discursos y amenazas
es como la sangre que corre por la comisura de los labios
la sangre de vuelta y vuelta
ya sabes con cuánta saña se miente a la hora de la comida del rey
el rey se hace el chivo loco y dicta con cuatro palabras épicas
el parte meteorológico del día
el canciller cuello de marmota memoriza esas honorables razones
y reproduce con total claridad que el día será muy soleado
este día redentor este día único entre los días
mas hay otros personajes que recorren la ciudad
gente dispersa en el lunetario insular
acodados ante la enorme pantalla negra
personajes locos por ver los colores de una mañana de primavera
los trajes fastuosos el drama inconcluso la espada del último inocente
se sientan en las butacas con sus jabas de plástico
donde guardan una croqueta un pastel de guayaba un pan con pasta
hacen de sus deseos el último comentario de los caídos por amor
todo cae todo ha muerto todo viene como una marea y su sistema
Timoteo el jardinero hoy me dijo lo suyo con gran comedimiento
cada día me dijo más pobres y más conscientes de las formas.

X

Hay silencio en la cuadra
son las seis y cinco minutos
la gente ahora mismo no está bebiendo
no se puede invertir
nadie ha invertido en nosotros.

XI

Este teatro de calles muy sucias
y baja el señor pesaroso con su única pierna
envuelta en un bastón baja a los urinarios
antes que comience Senso y allí entre exclamaciones
se orina fuera del retrete su chorro salpica la mugre de los azulejos
el hilo verdoso corre por el piso hasta un tragante tupido
en Senso Franz tiene que morir de traición Franz va a mentir
por ser bello y por merecer la gloria de ese instante
en que la condesa Livia lo besa con lágrimas de amor ciego
paredes gritos fusilamiento al amanecer perdida Livia gritando
Franz Franz
y es por eso que Visconti tiene que poner punto final a esta película
el señor lleva un vendaje ya sucio atado a la rodilla de su única pierna
Visconti en Il Gattopardo ubica en primer plano al príncipe Fabricio de Salina
cuando dice cambiarlo todo para que todo siga igual que antes.

XII

Poetas célebres de uno en fondo en el patio del cuartel
uniformados en serie alzando el dedito por si se puede
y lo flamante está en reescribir el presente lleno de ventura
es mejor vivir así que morir golpeados por la historia.

XIII

Ualada es la primera mujer de su tiempo
cordobesa que arrastró de su amor terrible al poeta
Benzaidún (1003-1070)
ella le dice vas a pagar por tus celos Benzaidún
las palabras te hundirán vivirás en la cárcel y no podrás
tenerme más
Ualada monta una joyería en la calle de los baños árabes
y con esa sonrisa de muchas vidas moldeadas en el harem del mundo
te invita a comprar una sortija de piedra oscura
talismán para que el amor florezca siempre en ausencia de perdedores
yo insisto Ualada tiene razón y hay que protegerse con todo
Benzaidún el arrogante se deja llevar por unos versos de más
despreciando aquel talismán que su amada había procurado
de la mano de otros más poderosos y sutiles.

XIV

Dormimos en el cuarto llamado sábila tu cuerpo suave de muchacha
olvidada de sus deberes en aquella ciudad misteriosa como su luz
es el puente romano sobre un río hacia la torre de Calahorra
por su puerta entra el aire templado de la noche
es por su puerta lo que sucede el ruido de los molinos
algo que se hace fuerte allá dentro
se mueve se mueve ya nos dirá cuando se venga
son novecientas columnas novecientas maneras de estar con dios
dios no es mi fuerte exclamación tuya del desayuno
todo ocurre en este hotelito de la calle San Fernando
jugo de maracuyá tostadas con aceite de oliva y café negro sin azúcar.

XV

Quedarse en el aire simulacro de un abismo donde caerás
es lento el entrenamiento un chorro de agua que riega la letrina
la memoria traspuesta abandonada en sacos y sus manos leales
la lealtad de estos sonámbulos dichas sus consignas aparatosas
por si la multitud falla a la hora precisa podamos quedar en paz
nada es tan viejo y tan barato como estos vítores escogidos para caer.
Tenlo en cuenta y saluda a los demás con cuidado es el simulacro
hay dos escalones unas sábanas decoradas sobre un colchón
y ese silbato que te hace reír como cuando eras un niño
nada perdimos nada se perdió ya sabes el texto nada que no sirviera
para reencarnar en esa voltereta enorme despedido así no más
de la balaustrada a tus brazos que en el aire ya no te abrazan.

XVI

Veo el alma entre dos espejos con el culo fuera
desolada caminando por unos parajes de belleza indescriptible
una torre y una campana y debajo una cabeza que es la mía
desde lo alto contemplando ese paraje que mis ojos disfrutan
pase usted a verse en este espejo donde su alma no miente
pero tampoco sueña con un futuro mejor desolada el alma
que camina por calles muy tranquilas ese tufo romano una calzada
y las cloacas ya limpias restregados los ladrillos del imperio
inusual para mí que en estas calles se recoja el silencio con palas
el sonido de tus zapatos y mis incómodas botas sobre las piedras
Bulla Asido Asido Caesarina Medinat Sadunia Medina Sidonia
adónde hemos venido a parar roguemos por nuestras almas
que ahora se acomodan en estos trajes deslucidos
como tú no crees me encargo yo de conversar con dichos musulmanes
del año 712 y con unos cristianos que nos conocieron muy bien
devotos ellos de Santa María La Mayor La Coronada
en el campanario una campana que nos corona y debajo los campos
donde pastan toros bravos.

XVII

Valie Export un día en 1967 se corta con una navaja
de afilar lápices las cutículas de los dedos
también se rasga el clítoris
su bollo sangra en una bañera
el agua lenta agua de púrpura olorosa
es filmada con la quietud del dolor
Valie Export tetas manoseadas su sonrisa de fumadora
el humo asciende son las nubes de la panadería
panes para idiotas en la larga cola del cine
ella está y no está aunque vive en la vida mental de nosotros.

XVIII

Timoteo es negro y vive en la noche
vive de hacer jardines y cortar árboles
lo ha perdido todo exclama él es más que pobreza
es más que una despedida mi hijo muerto y pálido
a sus cuarenta años
ese saludo fatal cuando ya su madre se había ido antes
a preparar el recibimiento
césped y flores en el mes de junio mes de los flamboyanes
un vino que los escarnecedores llaman el hombre y la tierra
a cinco pesos por su calidad fulminante rostros que caen
por el gusto sordo de ese líquido
y Timoteo bebe y habla sentado en medio de la calle frente
a mi casa
no acusa a nadie es el calibre de la noche la repetición
de los silencios la soledad cuando nadie te responde.

XIX

La familia Bacon, el tío de Bacon, la hermana
y los sobrinos de Bacon corriendo de felicidad por aquellos
parajes de la Albufera
y como no entendemos nada hacemos las paces brindando
por lo que se divide en dos
no tengas miedo George es como la furia de unos perros
cuando parece que te van a morder tu mente se divide en dos
una hermana dominante que come de la olla podrida y escupe
en las esquinas
no es que sea mala es que tiene el rostro de la antropófaga Isabel
Rawsthorne
y el tío nariz y olfato cual Peter Lacy intrigando con dientes postizos
de un verde tirando a mate
su pequeño mercedes nos lleva de recorrido por las playas
de Valencia
ha sido insólito este enlace nuestro como un sueño ya perdido
de un día en que se fue de su país a pasear por el mundo
y no se regresa por más que te empeñes nunca más se regresa
aunque comentes y escribas con tus mejores palabras y pintes
la misma cabeza
el padre furioso Inocencio X lleno de ira gritando frente a una jarra
de cerveza
sensaciones de un puño que atraviesa el cuerpo aullido de toda
la noche
canta bajito Bacon canta bajito para gozar más
Bacon se pone en cuatro George le lame el culo
te voy a crucificar amigo mío
baba de ese nombre que repite George.

XX

Colúmpiate con esa música sorda que cae del techo
encima de la cama los lápices y los esbozos de la caja negra
no te acomodes nunca más a tu suerte
palabra que olvidarás cuando la música sea inefable
ahora es cuestión de olvidarlo todo llegar a la habitación
y sentir ese olor a piso limpio
alguien abre la puerta de tu balcón es la hora nadie te invita
es apenas un salto que mejora ese trazo de tu cuerpo en el vacío.

XXI

La ventana de doble hoja iluminando la cama de nuestra
amiga Teresa Lázaro
los pies rozan los barandales de hierro de la cama
ese olor y el almíbar suave que viene de tu hueco
es mi aspiración irrenunciable saber tocar como ellas
desear como animales que dejan su gusto en la piel
olores para respirar y saborear con el viento del sur
ese viento vuelto sobre mis piernas con un mensaje claro
algo se comenta algo está a punto de llegar y llega
cuando tú gritas y mi grito te sigue.

XXII

Ella la invisible toca a la puerta se acerca con un mensaje
me hace el cuento que le ocurrió delante de un fotógrafo mexicano
su mano agarrada a la mano de la bella criatura sudores que no sabe
explicar
refiere su cuento susurrado sobre los pechos de la bella criatura
y algo mana allá dentro regalo y ausencia para el macho estupidizado
apretadas las dos rozándose amparadas por el manto del deseo
ellas saben las desata su silencio y quieren un poco más
pieles sudadas carne de la mejor aguijones suaves para rasgar
y comer sobre un puente alto.

XXIII

Llegan los interrogadores y te obligan a detallar cuánto hay
de oscuro en la sonrisa de la mañana de la tarde de la noche
a veces respondes con honestidad y a veces mientes
nunca mereces perdón y además eres comparado con otros
una llamada telefónica para Arcos y ese resumen altisonante
de un mundo mejor
Arcos sonríe se inclina sobre los papeles y enmienda el texto prohibido
ya nos reiremos nosotros dicen y exigen a cambio otra mano
Arcos no entiende no asimilará nunca ese malabarismo
gente que escucha y gente que copia en rincones oficiales
le mencionan el nombre de aquel poeta que fue modificado
hay ingenuidad y deseo de escapar en la actitud de Arcos
pero ellos lo tranquilizan aseguran que lo saben todo y que soportarán
el desenlace final.

XXIV

Converso con mis muertos Ezequiel Ángel Gastón
por la mañana frente a mi bóveda pido un poco de lucidez
algo que me permita controlar mis impulsos de salir de escena
buenos días Ángel Gastón Ezequiel buenos días
un poco de esa lucidez arrimada al dolor.

XXV

En la reposición de la obrita todos sonríen al final
espectadores y actores como si nada ocurriera
como si se tratara apenas del reparto y sus textos
y así pues compramos el boleto de ilusión al precio establecido
seamos sensatos y olvidémonos de todo mientras muere la memoria
se descorre el telón los actores cavan un hueco en la tierra
y escapan por ese túnel fascinante
gritan a lo lejos es la familia la gente que amamos los amigos
que se refugian en nosotros
ya a resguardo de la inclemencia del tiempo preparan esta larga mesa
con cubiertos y copas para celebrar
percebes centollas nécoras almejas berberechos cigalas bogavantes
es el mar que nos define al comer tu mar de la Costa da Morte
porque el mío no tiene nombre y está lleno de muertos
la obrita insiste en el túnel como fin de una vida y principio de otra
aquí contamos con una galería de cuadros famosos
bodegones y lentejuelas que revelan viejos y nuevos enigmas
la gente se acomoda a un decir ilusorio
amantes del teatro que al aplaudir sueñan con una salida.

La Habana, 22 de mayo-28 de junio de 2004

Página de inicio: 15

Número de páginas: 8 páginas

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