Las autoridades cubanas continúan reprimiendo la libertad de expresión en la Isla pese a las recientes liberaciones de opositores, denunció este miércoles Amnistía Internacional.

Cientos de activistas a favor de la democracia han sido víctimas de una campaña de hostigamiento, intimidación y detenciones arbitrarias en las últimas semanas, denuncia AI, según la cual La Habana está recurriendo a nuevas tácticas contra los disidentes.

De las setenta y cinco personas detenidas en una redada contra los disidentes efectuada en torno al 18 de marzo de 2003, sólo tres siguen en la cárcel, señala la organización, quien explica que la mayoría de los activistas puestos mientras tanto en libertad han tenido que exiliarse en España.

La mayoría de los detenidos fueron acusados de delitos “contra la independencia del Estado” por haber recibido supuestamente fondos y/o materiales de organizaciones no gubernamentales financiadas por el Gobierno de Washington.

Los disidentes fueron condenados a penas de entre seis y veintiocho años de cárcel por supuestas actividades subversivas en juicios sumarios y sin las debidas garantías procesales, denuncia la ONG.

Amnistía Internacional exige por ello la liberación “inmediata y sin condiciones” de quienes están todavía en la cárcel por hacer uso de su derecho a la libertad de expresión.

“La liberación de los detenidos en la represión de 2003 es un paso muy positivo, pero es sólo una parte de la historia”, explica Gerardo Ducos, experto en Cuba de AI, citado en un comunicado de la organización.

“Quienes viven en la Isla siguen siendo perseguidos por su labor, sometidos sobre todo a períodos breves de detención, y las leyes represivas en vigor permiten a las autoridades castigar a cualquiera que las critique”, agrega Ducos.

La principal ONG mundial de derechos humanos denuncia el hecho de que sigan en la cárcel tres detenidos hace ocho años y exige su inmediata puesta en libertad.

Asimismo, denuncia que en una reciente redada contra la disidencia, las autoridades detuvieron en una sola jornada a más de un centenar de personas como parte de una acción preventiva destinada a impedir las protestas con motivo del aniversario por la muerte del activista Orlando Zapata Tamayo, que murió tras una larga huelga de hambre en la cárcel.

El 23 de febrero, día en que se conmemoraba el primer aniversario de la muerte de Zapata Tamayo, las autoridades impusieron el arresto domiciliario durante varias horas a más de cincuenta personas, según informó la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, liderada por Elizardo Sánchez.

El activista Néstor Rodríguez Lobaina, presidente del Movimiento Juvenil Cubano por la Democracia, ha sido apadrinado recientemente por Amnistía Internacional como “prisionero de conciencia” tras llevar más de tres meses detenido sin juicio.

Rodríguez Lobaina fue detenido tras organizar en su domicilio una reunión de activistas.

“Los cubanos siguen estando a merced de leyes draconianas que tipifican como delito la militancia a favor de los derechos humanos y que amenazan con la detención a cualquiera que se atreva a criticar a las autoridades”, denuncia AI.

Según la ONG, no basta con poner en libertad a algunos detenidos, sino que para que la libertad de expresión se convierta en realidad en la Isla, el Gobierno cubano “tiene que cambiar las leyes”.

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