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Agricultura

Campesinos cubanos suscriben primeros contratos para venta directa a hoteles

Al cierre del 23 de diciembre se contabilizaron 71 contratos suscritos entre productores agrícolas y entidades hoteleras ubicadas en los más importantes polos turísticos del país como el balneario de Varadero, La Habana y las provincias orientales de Camagüey y Granma

Campesinos y hoteles cubanos han comenzado a acogerse a la nueva modalidad comercial que les permite vender y comprar directamente productos agrícolas como parte de los ajustes para “actualizar” el modelo económico socialista de la Isla, según medios oficiales.

Al cierre del 23 de diciembre se contabilizaron 71 contratos suscritos entre productores agrícolas y entidades hoteleras ubicadas en los más importantes polos turísticos del país como el balneario de Varadero, La Habana y las provincias orientales de Camagüey y Granma, indicó un reportaje publicado ayer en el periódico Juventud Rebelde.

Aunque reconoce que esta alternativa comercial es aún “incipiente”, considera que ha tenido “buena acogida” y cita opiniones de los participantes en esos tratos.

Entre ellos, el especialista en comercialización del Ministerio de Turismo Velio A. Barrera, para quien la experiencia resulta “una opción adicional” y entre las ventajas cita “mayor dinamismo, variedad y calidad” en el suministro de estos productos al turismo, y la reducción de gastos de transporte.

Los campesinos están vendiendo frutas y hortalizas como guayabas, piñas, lechugas, tomates y coles, entre otros productos.

Por su parte, el granjero Roberto Hernández Rodríguez, presidente de una cooperativa de agricultores, refirió que en diciembre experimentó “una gran ansiedad”, ante la opción de comercializar directamente con las unidades hoteleras.

Pero opinó que los campesinos “están contentos, se ve entusiasmo, aunque hay que trabajar el tema de los precios de los productos, que no puede ser un obstáculo” para las ventas.

La posibilidad de que los campesinos vendan directamente sus productos al sector turístico, autorizada a finales del pasado año, abre un resquicio en el monopolio estatal de la comercialización agropecuaria.

© cubaencuentro

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