En una acción tanto arriesgada como desafiante, cuatro jóvenes cubanos abandonaron la Isla el pasado jueves en una lancha rápida del Servicio de Guardacostas de Cuba, informó el diario El Nuevo Herald.

El grupo, que salió de La Habana en circunstancias que no han sido totalmente esclarecidas, fue interceptado pocas horas después en el Estrecho de la Florida por las autoridades estadounidenses.

Todos fueron trasladados a la Base Naval de Guantánamo con la posibilidad de que reciban asilo en otros países.

Los jóvenes fueron identificados como Alexis Hernández Díaz, de 21, Mario Luis Pérez Gutiérrez, de 20, Leosvany Aguilar Santos, de 19, y Osmany Díaz Hernández, de 37.

El Servicio de Guardacostas de Estados Unidos no confirmó pero tampoco negó la información sobre la salida ilegal de los cubanos. Sin embargo, la abogada de inmigración Grisel Ybarra, que representa en Miami a Mario Pérez, uno de los padres de los jóvenes que participaron en la fuga, confirmó la noticia a El Nuevo Herald.

“Los cuatro se reunieron el jueves, se subieron al barco, desarmaron el equipo de radar y se hicieron a la mar”, detalló Ybarra.

Dos de los involucrados, Hernández y Aguilar, son reclutas en el servicio militar obligatorio cubano. Ellos habrían planeado la operación aprovechando que tenían acceso a la embarcación y estaban de turno, agregó Ybarra.

Los padres del joven Mario Luis esperan que la situación de su hijo y la de los otros tres se resuelva humanitariamente y no sean repatriados a Cuba. En la Isla, explicó Ybarra, el Gobierno de los hermanos Castro podría ordenar represalias y hasta la pena de muerte por traición y piratería, principalmente en el caso de los dos reclutas. El 11 de abril del 2003 Cuba mandó a fusilar a tres hombres que nueve días antes habían secuestrado una lancha con 50 pasajeros.

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