El Gobierno cubano consideró el jueves que la reanudación de los vuelos regulares directos entre Estados Unidos y la isla, que se iniciará el 31 de agosto, contribuirá a la mejora de la relación bilateral retomada hace un año y medio tras décadas de enemistad, informa la agencia Efe.

El viceministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez, declaró a medios cubanos que “el reinicio de los vuelos regulares directos constituye un paso positivo y una contribución al proceso de mejoramiento de las relaciones entre los dos países”.

Está previsto que el próximo 31 de agosto aterrice en Cuba el primero de esos vuelos comerciales desde 1963, que saldrá de Fort Lauderdale y llegará a la ciudad central de Santa Clara, operado por la aerolínea estadounidense JetBlue.

Como parte del proceso de “deshielo” entre Cuba y EEUU anunciado en diciembre del 2014 y materializado en julio de 2015 con la reapertura mutua de embajadas, el Departamento de Transporte de EEUU aprobó 110 vuelos a aerolíneas comerciales estadounidenses para viajar a Cuba, entre ellos 90 a ciudades cubanas diferentes a La Habana.

Además, se aprobaron veinte vuelos a la capital de la Isla, que aún esperan la autorización final debido a que las solicitudes de las aerolíneas estadounidenses para vuelos diarios a La Habana triplicaron la cifra acordada por ambos gobiernos.

El viceministro cubano, según publica el portal oficial Cubadebate, recordó el jueves que el espacio aéreo de la Isla es sobrevolado cada día por un promedio de 600 aeronaves de diferentes compañías “a las que se les brindan servicios de control de tránsito y navegación aérea, con un alto nivel de seguridad operacional”.

Por su parte el presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), Alfredo Cordero Puig, recordó que este hito se enmarca en un memorando de entendimiento firmado entre ambos países en febrero pasado bajo el principio de reciprocidad.

“Cuba facilita y facilitará las condiciones materiales, logísticas, registrales y legales que requieran las aerolíneas estadounidenses para su trabajo en Cuba, y recibirán el mismo tratamiento que el resto de los transportistas extranjeros”, refirió Cordero.

Aseguró asimismo que las conversaciones entre las autoridades aeroportuarias de ambos países “se desarrollaron en un clima profesional y de respeto mutuo”.

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