Estados Unidos se basa en las leyes migratorias para conceder sus visas y no condiciona su otorgamiento a posturas políticas, afirmó este jueves el Departamento de Estado, ante críticas por el otorgamiento de una visa a la hija de Raúl Castro, reportó la AFP.

“No ligamos la política de visas en casos como este a nuestras relaciones políticas, económicas o de derechos humanos con los países. Se basan en las leyes estadounidenses”, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en rueda de prensa.

La sexóloga Mariela Castro anunció esta semana en La Habana que recibió una visa para participar en un congreso académico en San Francisco la semana entrante, lo que desató críticas de congresistas anticastristas.

“No creo que exista la autoridad para proporcionarle un visado”, afirmó el miércoles el senador por Nueva Jersey Robert Menéndez, al calificar la visa de “irregular” porque contravendría una proclama presidencial que prohíbe la entrada a Estados Unidos de miembros del Partido Comunista de Cuba.

Mariela es una “gran defensora del régimen tiránico de su padre y su tío”, Fidel Castro, señaló por su parte este jueves el legislador por Florida, David Rivera.

Nuland rehusó pronunciarse directamente sobre esta visa, puesto que por ley es un tema confidencial. Pero afirmó que “todas las personas que reciben una visa para Estados Unidos, lo hacen de acuerdo a las leyes estadounidenses”.

“No hay una restricción general para el otorgamiento de visas a ciudadanos cubanos. En todos los casos, las visas deben ser otorgadas con propósitos legítimos, como conferencias, cursos, etc.”, dijo la portavoz.

“Es realmente confuso que se le otorgue una visa a la hija del dictador Raúl Castro cuando al mismo tiempo hay un norteamericano, Alan Gross, que se encuentra preso injustamente y que el régimen no hace nada para liberarlo”, dijo Janisset Rivero, secretaria ejecutiva del grupo del exilio en Miami Directorio Democrático Cubano (DDC).

Estados Unidos ha exigido sin éxito la liberación inmediata del subcontratista Gross, quien cumple una condena de 15 años de cárcel en Cuba por espionaje.

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