No veremos de nuevo la cara sonriente de Mariela Castro, mientras participa en uno de los tantos eventos a los que ha sido invitada en los últimos años en Estados Unidos. Tampoco su rostro crispado ante cualquier pregunta que considera incómoda. No habrá declaraciones a la prensa capitalista. Ni sabremos de ponencias en eventos científicos, a los que ha asistido con credenciales sino dudosas poco meritorias.

Al menos por el momento.

Raúl Castro, exgobernante y actual Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, no podrá para viajar a Estados Unidos. Y tampoco sus hijos.

Estados Unidos impuso el jueves sanciones diplomáticas a Castro y su familia inmediata, al acusarlo de “graves violaciones de los derechos humanos”, en medio de su presión sobre La Habana por el apoyo al mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro.

“Raúl Castro supervisa un sistema que detiene arbitrariamente a miles de cubanos y que retiene actualmente a más de 100 presos políticos”, declaró el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.

Pompeo detalló que también se tomó esta decisión debido al apoyo de Castro a Maduro, cuyo país se encuentra sumergido en una grave crisis económica.

“Castro es responsable por las acciones de Cuba para apuntalar al antiguo régimen de Maduro en Venezuela a través de la violencia, la intimidación y la represión”, señaló Pompeo.

“Estados Unidos apoya firmemente los derechos del pueblo cubano y venezolano”, enfatizó Pompeo en comunicado

“Continuaremos buscando todas las herramientas diplomáticas y económicas para ayudar al pueblo venezolano a lograr la transición que se merece”, agregó.

Mariela Castro visitó San Francisco y Nueva York en 2012, lo que provocó protestas de los exiliados cubanos en Estados Unidos.

© cubaencuentro