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Corea del Norte, Kim Jong-il

El régimen cubano, de luto por la muerte del dictador norcoreano

En la Isla, opiniones divididas sobre una eventual sucesión dinástica al estilo norcoreano tras la muerte de Raúl Castro

Las banderas ondeaban a media asta el martes en Cuba, al comienzo de un duelo oficial de tres días por la muerte del líder norcoreano Kim Jong-il, en una muestra de solidaridad con su la nación comunista asiática.

El Consejo de Estado decretó el período de duelo sin hacer comentarios y dijo que las banderas estarían a media asta en todos los edificios gubernamentales e instalaciones militares.

De acuerdo con un reporte de Reuters, la embajada de Corea del Norte en La Habana abrió este martes un libro de condolencias, junto a una gran foto del fallecido líder y flores en la entrada.

Por su parte, Raúl Castro envió a Kim Jong-un, también el lunes, un mensaje con “las más sentidas condolencias”, “en nombre del Partido Comunista de Cuba, del Gobierno y el pueblo cubanos”, por el fallecimiento “del compañero” Kim Jong-il, “Gran Dirigente del pueblo coreano, Presidente del Comité de Defensa Nacional de la República Popular Democrática de Corea y Secretario General del Partido del Trabajo de Corea”, según nota de Korea News Services.

“Reciba el testimonio de mi más alta consideración”, concluye la nota del mandatario cubano.

Cuba y Corea del Norte son dos de los últimos países comunistas del mundo y han mantenido buenas relaciones desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1960, un año después de que Fidel Castro tomó el poder tras la revolución de 1959.

Ambas naciones estaban incluidas en la lista de países que patrocinan el terrorismo presentada por Estados Unidos, hasta que Corea del Norte fue retirada en el 2008.

Kim Jong-il, de 69 años, murió de un ataque cardíaco el sábado y su hijo Kim Jong-un fue escogido como su reemplazo, continuando la línea de sucesión que comenzó con su abuelo, el fundador de Corea del Norte Kim il-Sung.

Cuba se enfrenta a su propia sucesión en momentos en que envejece su liderazgo histórico y son poco visible los posibles reemplazos de los líderes que han gobernado durante medio siglo.

Durante 49 años Cuba fue gobernada por Fidel Castro, de 85 años, quien fue sucedido por su hermano Raúl Castro en el 2008, y hasta entonces primer vicepresidente del país.

Según la Constitución, en caso de incapacidad o muerte, Raúl Castro sería reemplazado por el actual vicepresidente primero, José Ramón Machado Ventura, de 81 años, hasta las próximas elecciones en el 2013.

Activistas y opositores al Gobierno dicen que temen que los dirigentes cubanos puedan intentar eludir la Constitución y seguir el ejemplo de Corea del Norte, reemplazando rápidamente a Machado Ventura por un miembro de la familia Castro.

La bloguera disidente Yoani Sánchez, mostró su preocupación vía twitter.

“Curioso: ninguna nota de la prensa oficial cubana dice que Kim Jong Un es hijo de Kim Jong Il. Tapan la sucesión sanguínea! :-(”. escribió Sánchez.

“Ni 1 palabra critica de nuestro gobierno sobre sucesión dinástica en Corea del Norte! Claro, sería como criticarse a sí mismo”, agregó.

Por su parte, Elizardo Sánchez, vocero de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos, dijo el pasado lunes: “Como en nuestro país no hay tradición de dinastía, yo espero que ese esquema no se abra paso en la Isla”.

“Pero puede ser que haya gente pensando en ese tipo de esquema dinástico con los hijos, los nietos, etc.”, agregó.

Otros cubanos, sin embargo, descartaron la posibilidad de que el Gobierno vaya a poner a otro Castro en el poder, diciendo que el sistema cubano no lo permitiría.

“No es posible que alguien que no conocemos pueda ser Presidente solo por ser el hijo o la hija de Raúl o Fidel, es imposible”, dijo el empleado público Manuel, que no quiso revelar su apellido.

“Eso aquí no funciona así”, añadió.

© cubaencuentro

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