El integrante del Comité Contra la Tortura de Naciones Unidas (ONU), Fernando Mariño, sostuvo ayer que el Gobierno de Cuba no logra distinguir entre la línea que separa a los crímenes de aquellos que no lo son, informa Notimex.

De acuerdo al reporte, al ser consultado sobre el hecho de que Cuba votó en contra de la resolución del Consejo de Derechos Humanos que condena la ejecución de civiles en Siria, Mariño señaló que “es fruto de su política de dividir el mundo en dos”.

“Es una pena, una decisión política (...) una cierta esquizofrenia, no logra identificar dónde está la línea que separa los crímenes de los que no lo son”, consideró el experto en entrevista con Notimex.

El Gobierno de La Habana se enfoca en distinguir el campo amigo del enemigo, “y la distinción entre amigo y enemigo aplicado al tema de la tortura no sirve”, dijo Mariño.

“Hay crímenes o no los hay, esa es la distinción, un valor universal, no es para el grupo tal o para el grupo cual, yo lo lamento mucho”, agregó.

El funcionario de la ONU consideró que Cuba toma esas decisiones al justificarlas con su alineación a “la política de no intervención y de soberanía”.

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU) adoptó este jueves una resolución de condena contra Siria por las “violaciones de los derechos humanos” en la nación árabe. El organismo exigió al Gobierno de Bashar Al Assad que autorice un “acceso sin obstáculos” para “ayudar” a la población civil.

La resolución contra Siria fue votada por los 47 Estados miembros del Consejo, en los que 37 estuvieron a favor del texto, tres se pronunciaron en contra (Rusia, China y Cuba) y tres se abstuvieron (Ecuador, India y Filipinas).

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