Ir al menú | Ir al contenido

Actualizado: 10/05/2024 11:46

Obituario, Exilio

Falleció en Miami Mirta de Perales

Ronald Reagan reconoció la labor de la peluquera y empresaria en una ceremonia en La Casa Blanca, donde le dijo en su discurso: “tú eres el sueño americano”

Mirta de Perales, una de las primeras hispanas en triunfar en Estados Unidos en la industria de la cosmetología, falleció el 3 de mayo, a los 88 años, en su residencia de Miami Beach, víctima del mal de Alzheimer, informó El Nuevo Herald en su edición del martes.

Rica y famosa en Cuba hasta 1962, año en que partió al exilio acompañada por sus dos hijos y con $ 5 en la cartera, Perales retomó su carrera en Miami. Fundó Mirta de Perales Inc., el emporio que distribuye sus productos a nivel nacional y Puerto Rico.

Mirta Raya, conocida internacionalmente por el nombre Mirta de Perales, nació el 2 de septiembre de 1922 en Rancho Veloz, Las Villas, Cuba. A los 14 años, decidió abrirse paso en La Habana, donde colocó un anuncio en un periódico en el que ofrecía sus servicios de peluquera y manicura a domicilio, sin conocer la ciudad. Hasta que conoció a Benito Perales, un farmacéutico 10 años mayor que ella con el que se casó el 6 de enero de 1944 en la iglesia Nuestra Señora del Carmen. Andando el tiempo la pareja tuvo dos hijos y consolidó la firma de productos para el cabello que la haría famosa. Se separó a principios de los década de 1960.

En 1962 la empresaria se marchó de Cuba “para no volver” con sus hijos, tras sufrir un arresto de nueve días en la fortaleza de El Morro por negarse a abandonar su salón de belleza ante el temor de que fuera expropiado por el gobierno comunista, lo que finalmente sucedió.

El legado de Mirta de Perales fue reconocido por el fallecido ex presidente Ronald Reagan en una ceremonia en La Casa Blanca donde éste le dijo en su discurso: “tú eres el sueño americano”.

Los servicios fúnebres de la empresaria se realizaron de manera privada en la Iglesia de Saint Kevin. Su hijo, el sacerdote Jorge Perales, de 59 años, ofició la misa de réquiem. Aparte de sus hijos, le sobreviven sus nietos Jorge y Cristina Echevarría.

© cubaencuentro

Subir