La Habana invitó a compañías japonesas a invertir en su industria petrolera, que a principios de 2012 comenzará perforaciones en su zona económica del Golfo de México, dijo hoy la cancillería cubana, reportó la AFP.

“El embajador (en Tokio) José Fernández de Cossío significó el interés de Cuba por que las compañías japonesas participen como socios en los diferentes aspectos de la priorizada industria del petróleo del país”, dijo la cancillería en un comunicado publicado en su sitio de internet (www.cubaminrex.cu).

Fernández de Cossío habló en un seminario en Tokio ante 70 representantes de compañías japonesas, en un encuentro organizado por el Centro japonés de Información para la Exploración y Producción de Petróleo (ICEP).

Según el ministerio, el embajador destacó “las reales potencialidades de la industria petrolera cubana”, así como “el marco legal existente donde las empresas japonesas pueden encontrar oportunidades de negocio”.

Cuba posee una zona económica de 112.000 kilómetros cuadrados en el Golfo, divida en 59 bloques, 22 de ellos en contratos con Statoil (Noruega), que forma un consorcio con Repsol (España) y OVL (India); PDVSA (Venezuela); Petrovietnam; Petronas (Malasia) en asociación con Gazprom Neft (Rusia) y Sonangol (Angola).

Según la estatal Cubapetróleo, el Gobierno cubano y sus socios extranjeros comenzarán a perforar a principio de año cinco pozos en el Golfo de México, buscando “grandes yacimientos”.

La plataforma para estos trabajos llegará próximamente a Trinidad y Tobago, donde será analizada por inspectores estadounidenses para determinar su seguridad con la anuencia de Repsol, la empresa contratante del equipamiento, informaron el lunes fuentes del Departamento de Estado en Washington.

Las perforaciones, programadas entre 2012 y 2013, se realizarán en aguas profundas (de 400 a 1.500 metros) y ultraprofundas (más de 1.500 metros).

Las autoridades cubanas calculan que en su área del Golfo de México hay yacimientos con unos 20.000 millones de barriles de petróleo.

Su producción en 2010 fue de 21,4 millones de barriles, en aguas superficiales y tierra. Esa cifra representa el 46% del consumo de la Isla, que importa el resto de sus necesidades de Venezuela, unos 100.000 barriles diarios, con facilidades de pago.

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