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Actualizado: 28/03/2024 20:07

Alan Gross

Líderes judíos visitan a Alan Gross en la cárcel

“Estaba un poco deprimido, quizá se hizo muchas ilusiones por el tercer aniversario” de su detención, dijo Adela Dworin, presidenta de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba

Directivos de la comunidad judía de Cuba visitaron al contratista estadounidense preso en la isla, Alan Gross, para compartir la tradicional fiesta de Janucá, reportó la AP.

El encuentro se produjo el lunes y se desarrolló por más de una hora y media, dijo el jueves Adela Dworin, presidenta de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba, quien estuvo acompañada de David Prinstein.

La conversación fue afable y giró en torno a temas religiosos y familiares, pues la madre de Gross se encuentra mal de salud, indicó Dworin.

“Estaba un poco deprimido, quizá se hizo muchas ilusiones por el tercer aniversario” de su detención, opinó la directiva.

Gross fue arrestado a comienzos de diciembre del año 2009 y sentenciado por un tribunal en 2011 a 15 años de cárcel por atentar contra la soberanía de Cuba.

En una fotografía de la visita mostrada por Dworin se veía a la mujer junto a Prinstein y a Gross, sonriente, vestido de guayabera azul y con una hoja en su mano en la cual escribió un mensaje para su esposa: “Yo —un corazón dibujado en rojo— Juddy”. El improvisado cartel estaba escrito en español.

Gross, de 63 años, pretendió instalar redes satelitales de internet sin autorización del gobierno cubano y para ello entregó de manera engañosa a miembros de la comunidad judía partes de los equipos que luego ensamblaba en viajes a la Isla, a la cual llegaba con visa de turista.

Las autoridades estadounidenses la consideraron una iniciativa puramente humanitaria; pero estas actividades son ilegales en Cuba y documentos escritos por Gross y revisados por la AP mostraron que él era consciente de que su trabajo era riesgoso y violaba la legislación del gobierno cubano.

Otros documentos también detallaron los complicados pasos que Gross tomó para traer a la Isla tecnología sensible que no está disponible comercialmente.

Gross trabajaba para la empresa Development Associates International, una firma que presta servicios a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y que según las autoridades cubanas realiza programas para financiar a la oposición en Cuba con el objetivo de lograr cambios en su sistema político.

En las últimas semanas se produjeron versiones sobre la salud de Gross, que fueron desmentidas por el gobierno cubano con reportes de un equipo médico y la divulgación de exámenes.

También hubo rumores sobre una liberación humanitaria de Gross, pero la misma fue rechazada por las autoridades de la Isla.

Según indicó dos semanas atrás la directora del Departamento de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, La Habana planteó sin ser correspondida en reiteradas ocasiones a Estados Unidos la necesidad de sentarse a conversar para “buscarle una solución a esta situación”.

© cubaencuentro

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