El abogado y periodista independiente Mario Enrique Mayo, uno de los 75 disidentes encarcelados en la primavera de 2003, llegó este miércoles a Miami como refugiado político, informó el diario El Nuevo Herald.

"Me siento muy contento pero, al mismo tiempo, cuando llegamos aquí nos acordamos de los que quedan, es una mezcla de alegría con tristeza, porque el hecho de que uno escape del infierno no significa el final. Quedan aún los que permanecen tras las rejas", dijo Mayo, de 44 años, según citó el diario.

Sobre la coincidencia de su arribo a Estados Unidos con el aniversario sexto de la oleada represiva que lo envió a prisión en 2003, el disidente dijo que es "una bendición de Dios, una casualidad para decirle al mundo que estamos aquí no sólo para ser libres, sino para ayudar a ser libres a los que quedan allá".

Del grupo de 75 opositores condenados hace seis años a penas de hasta 28 años de cárcel, 54 continúan tras las rejas.

Mayo recibió en diciembre de 2005 una licencia extrapenal por motivos de salud, luego de dos intentos de suicidio, varias huelgas de hambre y actos de protesta en la prisión Kilo 7, de Camagüey, donde cumplía una condena de 20 años de cárcel.

De acuerdo con El Nuevo Herald, durante su estancia en prisión, Mayo intentó ahorcarse dos veces, utilizando una cuerda plástica; también se marcó el rostro con las iniciales L (libertad) e I (inocente) para exigir su liberación sin condicionamientos.

"Las marcas que me hice estando en prisión pueden ser vistas para el mundo civilizado como algo maquiavélico y extraño. Pero es que es tan absurdo el mundo que se vive en Cuba, que tienes que combatirlo con el propio absurdo", dijo Mayo.

El ahora refugiado político planea establecerse en Las Vegas.

"Quiero escribir todas las vivencias que me tocó pasar… Relatar todo eso para que el mundo se entere, porque sólo se muestra la parte buena, la parte paradisíaca que a las autoridades les conviene. Mi intención es publicar un libro sobre el presidio en Cuba y la disidencia en general", indicó.

En el momento de su arresto, en marzo de 2003, Mayo dirigía en Camagüey la agencia de prensa independiente Félix Varela.

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