El Gobierno de Cuba arrendará desde el próximo 1 de diciembre locales gastronómicos estatales con plantillas pequeñas a sus trabajadores para el ejercicio del trabajo privado, informa Efe.

La medida, recuerda la agencia, se aplicó hace ya algún tiempo también en barberías y peluquerías y ahora se implantará de forma paulatina en ese sector.

Según fuentes oficiales citadas este jueves en medios locales, este sistema de gestión privada en pequeñas cafeterías y restaurantes estatales comenzará a aplicarse en 200 establecimientos —que cuenten con entre uno y cinco trabajadores— y se extenderá de forma gradual a unos 1.200 en todo el país.

Las primeras provincias en las que se pondrá en marcha la medida serán Artemisa, Villa Clara y Ciego de Ávila.

La nota añade que los contratos de arrendamiento con la empresa de comercio y gastronomía del territorio en el que se encuentre el establecimiento se suscribirán de manera individual por cada trabajador.

Según publica este viernes el diario oficialista Granma, el contrato de alquiler podrá ser firmado por un término de hasta diez años, prorrogable por acuerdo entre las partes y sin posibilidad de subarrendar a terceros; aclarando que el arrendamiento a privados no significa “el despojo de los derechos del Estado sobre la propiedad” de los inmuebles alquilados.

El rotativo añade que los gastos en mantenimiento y reparaciones, así como el pago por los servicios de electricidad, agua y telefonía de los locales, serán asumidos por los trabajadores según la tarifa residencial.

Para la incorporación al nuevo sistema serán priorizados quienes laboren en los centros gastronómicos disponibles para su arrendamiento y los que cumplan en ese momento el servicio social, añade Granma.

Para esos empleados estatales que pasen ahora al sector privado regirá el sistema tributario que se aplica al resto de los trabajadores por cuenta propia en el país.

Las actividades que serán acogidas por ese sistema de gestión son: elaborador-vendedor de alimentos y bebidas no alcohólicas al detalle en puntos fijos de venta, trabajador contratado y elaborador vendedor de alimentos y bebidas mediante el servicio gastronómico.

Esta última modalidad incluye, como elemento novedoso según Granma, la comercialización de cigarros y tabacos “que serán vendidos a los arrendatarios a precio minorista, con un descuento” para que puedan mantener el precio actual a la población.

El objetivo de la medida es, según las autoridades de la Isla, “brindar un servicio de mayor calidad en esas unidades que no siempre tienen ofertas variadas y atractivas para los consumidores”, además de que contribuirá a la generación de empleo.

La ampliación del sector no estatal en la economía cubana es uno de los ejes del plan de reformas económicas impulsado en los últimos años por el presidente Raúl Castro que ha abierto un pequeños resquicio a la iniciativa privada en el único país comunista de América.

La ampliación del trabajo privado (“cuentapropismo” en argot cubano) en determinados sectores es una de las medidas estrellas de ese plan y ha dado paso a la proliferación de pequeños negocios muchos de ellos en el sector de la gastronomía como restaurantes y cafeterías.

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