La construcción de viviendas por particulares en Cuba durante 2010 fue más eficaz que los planes emprendidos directamente por el Estado, que controla esa actividad en un país donde el déficit de casas es considerado uno de sus principales problemas.

Según estadísticas oficiales divulgadas hoy, las construcciones “con el esfuerzo propio de la población” tuvieron un cumplimiento del 158,8% sobre el plan anual establecido para ese sector, mientras que el estatal no llegó a la meta fijada y cayó un 7,5% sobre lo previsto.

Peores resultados obtuvo la construcción mediante la modalidad de cooperativas que “apenas rebasó la mitad de las casas nuevas previstas”, reseña este jueves el diario Juventud Rebelde.

En total, el año pasado en Cuba se concluyeron 34.014 nuevas viviendas, de las que 11.546 fueron a cargo de particulares, pero en general no se incrementó el número de casas terminadas en comparación con 2009.

“El crecimiento en este vital sector, uno de los que más golpea a nuestra población, cayó sobre las espaldas de los particulares”, destaca Juventud Rebelde.

En ese sentido, el rotativo considera que al incremento de las también conocidas como viviendas “por esfuerzo propio” ayudó la decisión del Gobierno de “liberar” la venta de materiales de construcción.

El año pasado, el Instituto de la Vivienda abrió la concesión de licencias para la construcción de casas “por esfuerzo propio” por parte de personas que fueran titulares de terrenos, azoteas u otras áreas.

Esos permisos, que contemplan los casos de viviendas en mal estado y la posibilidad de ampliación, se unieron a la decisión del Gobierno de poner en marcha mecanismos para facilitar la venta estatal de materiales de construcción.

“La disponibilidad de vivienda es uno de los problemas más agudos de la población cubana”, reitera Juventud Rebelde, y precisa que en 2011 los planes oficiales prevén concluir unas 43.000.

“Este año todavía no se podrá remontar la curva declinante que empezó a verificarse en la construcción de viviendas desde 2006, sin embargo, debe ponerse freno a la caída”, añade.

El plan de ajustes económicos emprendido por el Gobierno de Raúl Castro, que será ratificado en abril próximo por el VI Congreso del gobernante Partido Comunista, prevé la implementación de nuevas acciones para enfrentar la crisis de la vivienda en Cuba.

Entre las propuestas figura la construcción de hogares adoptando “nuevas modalidades” que apuntan a “una significativa proporción del esfuerzo propio, así como otras vías no estatales”.

Además, se prevé la aplicación de “fórmulas flexibles para la permuta, compra, venta y arriendo de viviendas, para facilitar la solución de las demandas habitacionales de la población”.

Hasta el año pasado se calculaba un déficit de unas 600.000 casas en Cuba, cuya población es de 11,2 millones de habitantes, en parte por los destrozos que causaron tres huracanes en 2008.

En los últimos años no se han podido cumplir los planes de construcciones estatales, que decrecieron de 150.000 a 50.000 nuevas casas.

En Cuba, el trabajo de construcción recae principalmente en brigadas del Gobierno y en el esfuerzo de los propios ciudadanos, que necesitan cumplir con diferentes permisos y trámites para iniciar sus trabajos.

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