Una médico del Instituto de Medicina Legal de Cuba, que testificó el jueves en el juicio al anticastrista Posada Carriles, dijo que la muerte de un turista ítalo-canadiense, en uno de los atentados con bombas a un hotel en La Habana, en 1997, fue "homicidio".

La doctora Ileana Vizcaíno Dime describió la autopsia efectuada por ella el 4 de septiembre de 1997, al turista Fabio di Celmo, quien falleció de un shock hipovolémico (pérdida severa de sangre), después de que un fragmento de metal le cortó las arterias del cuello y la vena yugular.

En su testimonio detalló que Di Celmo presentaba dos heridas profundas y de dimensiones considerables en el lado izquierdo del cuello que al ser analizadas se percató que se trataba de una sola.

"Nuestra conclusión fue que la muerte era inevitable con ese tipo de lesión y la causa de la muerte fue indicada como sangramiento masivo e imposible de detener", dijo la doctora que concluyó en la autopsia que la muerte fue de "tipo violento y en términos médicos legales, homicidio".

El fiscal federal Timothy Reardon presentó fotografías del cuerpo de Di Celmo, con una herida con sutura a lo largo del cuello hacia la mandíbula, y otra de un fragmento de metal, de bordes irregulares y filosos de 8 centímetros de diámetro.

La forense dijo ese objeto fue extraído del cuello de Di Celmo en el hospital en el que falleció.

"Los cortes en las vértebras cervicales hablan de la velocidad en que este objeto viajaba cuando se incrustó en el cuello del señor. Di Celmo", dijo Vizcaíno Dime.

El artefacto explosivo que ocasionó la muerte del turista en el hotel Copacabana, habría sido colocado en el interior de un cenicero.

La explosión fue una de las nueve que se registró en destinos turísticos de Cuba de abril a septiembre de 1997.

Vizcaíno Dime es la segunda funcionaria cubana que viajó de la Isla a El Paso (Texas) para testificar en el juicio de Posada Carriles por cargos de presunto perjurio y fraude.

El miércoles finalizó el testimonio del teniente coronel cubano Roberto Hernández Caballero, quien dijo haber estado a cargo de la investigación de las explosiones.

Por otra parte, la defensa de Posada Carriles pidió a la jueza encargada del caso autorizar que las partes viajen a Guatemala a entrevistar a Celia Canel, ex secretaria de Tony Álvarez señalado como la persona que compartía una oficina en ese país con el exiliado cubano cuando éste presuntamente planeó las explosiones.

Tres de los 11 cargos que enfrenta el cubano-venezolano son por supuestamente mentir en su audiencia de asilo político cuando aseguró no haber solicitado a otra personal trasladar explosivos a Cuba y colocarlos en sitios turísticos de la Isla.

En el resto de los cargos se le acusa de mentir a funcionarios del Departamento de Justicia al declarar que su ingreso indocumentado al país en 2005 lo hizo a través de la frontera Matamoros, México, con Brownsville Texas.

Las autoridades estadounidenses afirman que entró vía marítima desde Islas Mujeres, México, a Miami, Florida.

La Fiscalía Federal responderá a la solicitud de la defensa y de obtener la aprobación de la jueza y la disposición de Canel para declarar, podría suspenderse nuevamente el juicio de manera temporal.

Otro de los testigos en la lista de los fiscales es la periodista estadounidense Ann Louise Bardach, quien en 1998 publicó una entrevista en la que el ex agente de la CIA habría hablado de su presunta participación en los atentados.

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