Los opositores Felix Navarro y José Daniel Ferrer, los dos últimos presos de conciencia del grupo de los 75 que quedaban en prisión, fueron liberados este miércoles y trasladados a sus domicilios, según confirmó el propio Ferrer y fuentes de la familia de Navarro.

La esperada liberación de Ferrer y Navarro cerró este miércoles el “goteo” de excarcelaciones abierto por el Gobierno de Raúl Castro en julio de 2010, con la mediación de la Iglesia Católica en la Isla y el apoyo del Gobierno español.

Las autoridades cubanas se comprometieron a liberar “gradualmente” a los 52 miembros del Grupo de los 75 que quedaban en prisión en aquel momento, y casi nueve meses después el proceso ha terminado con 40 de esos disidentes en el exilio, la mayoría en España, mientras que 12 permanecen en la Isla con “licencia extrapenal”.

Las excarcelaciones de estos últimos fueron las más demoradas por el Gobierno, después de que esos opositores se negaran a aceptar la condición de trasladarse a España para salir de prisión.

“No estamos libres, nuestra condena arbitraria sigue en pie”, afirmó este miércoles Ferrer, a propósito de la “licencia extrapenal”, tras ser liberado en la provincia de Santiago de Cuba.

Ferrer, quien es miembro del opositor Movimiento Cristiano Liberación, también resaltó que si bien el Gobierno se vio “obligado” a liberar a los 75, en la Isla aún no hay cambios políticos y la oposición pacífica debe mantenerse unida y “seguir luchando”.

Por su parte, Félix Navarro dijo telefónicamente desde su casa en la provincia de Matanzas que tiene “gran optimismo por el futuro” de Cuba.

“Vamos a continuar por el mismo sendero, quizás con mayor madurez política y otras misiones”, sentenció Navarro, de 57 años.

El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, subrayó que con estas dos últimas liberaciones ya no existe ningún preso de conciencia adoptado por Amnistía Internacional (AI) en las cárceles de la Isla.

Sin embargo, Sánchez considera que sí quedan 19 prisioneros de conciencia en sus casas y “bajo condena”, en referencia a todos los opositores del Grupo de los 75 que permanecen en el país y fueron excarcelados con “licencia extrapenal”.

En un comunicado divulgado este miércoles, AI calificó las excarcelaciones como “un paso en la dirección adecuada” y, con base en el proceso, ha pedido que las autoridades de la Isla no fuercen “a los activistas a que se exilien como condición para su liberación”.

En la Isla, la disidencia recibió la conclusión de las liberaciones como una medida “positiva” y “humanitaria”, si bien insiste en que la mayor excarcelación de opositores realizada por el Gobierno en los últimos años no es sinónimo de que haya cambios en cuanto a derechos humanos y políticos en el país.

Las Damas de Blanco han asegurado que tras la liberación de los 75 seguirán su “lucha” porque según sus cálculos aún quedan más de 70 presos políticos en la Isla.

La Iglesia Católica, que jugó un inédito papel como mediadora entre el Gobierno y los disidentes, bajo el liderazgo del cardenal y Arzobispo de La Habana, Jaime Ortega, no se ha pronunciado aún sobre el fin del proceso.

En tanto, se desconoce si tras la liberación de todos los miembros de los 75 el régimen continuará con la liberación de otros presos políticos.

Aunque el compromiso inicial de La Habana se refería a los disidentes de los 75, posteriormente amplió las excarcelaciones a otro presos, en su mayoría condenados por delitos contra la seguridad del Estado pero que no están reconocidos como prisioneros de conciencia por AI.

A muchos de esos presos la oposición interna no les reconoce como disidentes activos.

En los últimos cinco meses se ha anunciado la excarcelación y salida a España de 74 de esos presos, en su mayoría sancionados por actos de terrorismo, desacato o intentos de salida ilegal del país.

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