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Actualizado: 02/05/2024 23:14

Cambios

Opositores piden el cambio y no la actualización del modelo

Señalan que el documento marco del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba omite cifras y problemas como la “generalizada corrupción”


El disidente Guillermo Fariñas, junto a otros dos opositores cubanos, presentó ayer martes en La Habana un documento en el que rechazan el plan de ajustes del Gobierno de Raúl Castro y reclaman el “cambio” y no la “actualización” del modelo cubano.

En una rueda de prensa ofrecida este martes para medios extranjeros, Fariñas, René Gómez Manzano y Félix Antonio Bonne Carcassés divulgaron el texto “Cuba es lo primero”, con el que se oponen al plan de reformas económicas recogido en el documento marco del VI Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) que se celebrará en abril próximo.

“Nosotros, como cubanos y como parte de nuestro pueblo, discrepamos y ciertamente vamos a emitir nuestros criterios sin cortapisas”, señalan esos tres opositores en el documento presentado hoy.

Fariñas y sus otros dos compañeros creen que el plan de reformas es poco “creíble” y “sincero”, y califican como una “falta de respeto” a la ciudadanía y al propio Congreso el hecho de que el cónclave sólo vaya a discutir temas económicos, obviando asuntos políticos y sociales “vitales”.

Además, señalan que el documento marco del Congreso omite cifras y problemas como la “generalizada corrupción” y el proceso de reducción de plantillas estatales del Gobierno, mientras que sus planteamientos son “perogrulladas”.

Según precisan, el modelo cubano hay que “cambiarlo” y no “actualizarlo”, como propone el Partido, al que también critican por soslayar un “análisis autocrítico del último medio siglo” con vistas al Congreso.

En el documento “Cuba es lo primero”, estos opositores piden el respeto de los derechos humanos en la Isla, la legalización de la discrepancia, elecciones libres y competitivas y que se termine de liberar a los presos políticos “y que jamás vuelva a haberlos”.

Fariñas, a quien se le otorgó el Premio Sajarov 2010 del Parlamento Europeo, afirmó que el documento del Partido es un asunto “coyuntural” para “ganar tiempo” y ver qué pasa con el mandato del presidente Hugo Chávez en Venezuela, en referencia a los “subsidios” que éste entrega a Cuba.

El Premio Sajarov 2010 también hizo un “llamado a la racionalidad” del Gobierno cubano en el caso de los 11 opositores del Grupo de los 75 que permanecen en prisión, dos meses después de haberse cumplido el plazo de liberaciones pactado con la Iglesia católica.

Fariñas dijo que el Gobierno tiene “miedo” de lo que esos “líderes” puedan hacer, y recordó que para cualquier negociación de la oposición con las autoridades la primera condición es la liberación incondicional y sin destierro de los disidentes.

© cubaencuentro

4 Comentarios


4 by carlos méndez (Usuario no autenticado) 11/12/2010 2:21

esa es su opinión ..hay que respetarla ..pero que se vaya al carajo con toda su comitiva de seudoburgueses...,él es del lado en el que mejor se esté...,no tiene derecho a llamr payaso a nadie ...payaso es él ...qué se ha creído??? ahora es liberal ..., lo qu es él es un excéntrico con aspiraciones a presidente...¿¿¿¿de Perú???...o de los estados unidos??leguleyo....

3 by Guajiray (Usuario no autenticado) 09/12/2010 17:21

Genial el comentario #2

2 by Solucion, pero con todos los cubanos (Usuario no autenticado) 08/12/2010 23:41

Mientras los que piensen y tengan opiniones y opciones politicas diferentes se les encarsele en vez de ser escuchados Cuba no saldra de la debacle en que esta sumergida.

1 by VIVA CUBA LIBRE (Usuario no autenticado) 08/12/2010 23:40

En su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura 2010, el escritor Mario Vargas Llosa no se olvidó de Cuba y los cubanos. Vargas Llosa reconoció que su decepción de la revolución cubana fue decisiva para afincarlo en la cultura democrática, equiparó a la dictadura castrista con la de Augusto Pinochet en Chile y la de los talibanes en Afganistán, y elogió la temeridad de las Damas de Blanco para enfrentar la represión en la isla. “En mi juventud, como muchos escritores de mi generación, fui marxista y creí que el socialismo sería el remedio para la explotación y las injusticias sociales que arreciaban en mi país, América Latina y el resto del Tercer Mundo”, recordó Vargas Llosa en una ceremonia en la Academia Sueca, en Estocolmo. Fue un discurso marcado por las reverencias literarias, las críticas al nacionalisno que ha balcanizado a América Latina, y las confesiones de amor al Perú, a su esposa Patricia y a sus seres queridos. “Mi decepción del estatismo y el colectivismo y mi tránsito hacia el demócrata y el liberal que soy –que trato de ser– fue largo, difícil, y se llevó a cabo despacio y a raíz de episodios como la conversión de la Revolución Cubana, que me había entusiasmado al principio, al modelo autoritario y vertical de la Unión Soviética”, agregó. El escritor se refirió en varias ocasiones al régimen dictatorial cubano. Al rememorar las críticas que recibió por su vertical oposición al gobierno de Alberto Fujimori en Perú, recordó: “Pedí a los gobiernos democráticos del mundo que penalizaran al régimen con sanciones diplomáticas y económicas, como lo he hecho siempre con todas las dictaduras, de cualquier índole, la de Pinochet, la de Fidel Castro, la de los talibanes en Afganistán, la de los imanes de Irán, la del apartheid de Africa del Sur, la de los sátrapas uniformados de Birmania (hoy Myanmar). Y lo volvería a hacer mañana si –el destino no lo quiera y los peruanos no lo permitan– el Perú fuera víctima una vez más de un golpe de estado que aniquilara nuestra frágil democracia”. El autor de Conversación en la Catedral señaló que su rechazo a Fujimori estuvo en línea “con mi convicción de que una dictadura representa el mal absoluto para un país, una fuente de brutalidad y corrupción y de heridas profundas que tardan mucho en cerrar, envenenan su futuro y crean hábitos y prácticas malsanas que se prolongan a lo largo de las generaciones demorando la reconstrucción democrática”. Por eso -aseveró el novelista- “las dictaduras deben ser combatidas sin contemplaciones, por todos los medios a nuestro alcance, incluidas las sanciones económicas”. Vargas Llosa celebró que en la región haya menos dictaduras actualmente, con excepción de Cuba “su candidata a secundarla, Venezuela, y algunas seudodemocracias populistas y payasas, como las de Bolivia y Nicaragua”, pero lamentó la falta de apoyo a los movimientos cívicos que luchan contra los regímenes totalitarios. “Es lamentable que los gobiernos democráticos, en vez de dar el ejemplo, solidarizándose con quienes, como las Damas de Blanco en Cuba, los resistentes venezolanos, o Aung San Suu Kyi y Liu Xiaobo, que se enfrentan con temeridad a las dictaduras que sufren, se muestren a menudo complacientes no con ellos sino con sus verdugos”, afirmó. La entrega oficial del Premio Nobel 2010 se realizará el próximo 10 de diciembre. Texto completo del discurso, aquí.

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