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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Oswaldo Payá, Represión

Periodista español que estuvo preso en Cuba a Carromero: “Que luche y no pierda la esperanza”

“Me pongo en su situación y sé lo que está pasando y lo que le están haciendo, es lo que yo sufrí día a día, minuto a minuto”, ha dicho el también empresario Sebastián Martínez Ferraté

Sebastián Martínez Ferraté, el periodista y empresario español que fue encarcelado por el régimen cubano en 2010 y que fue liberado en enero de este año, ha dicho saber el calvario por el que está pasando Ángel Carromero en una prisión de la Isla y le anima a luchar sin perder la esperanza .

De acuerdo a un reporte del diario El semanal digital, Martínez, quien fuera acusado y condenado por el régimen de “proxenetismo, enriquecimiento ilícito y trata de personas”, por osar hacer un reportaje sobre la prostitución en la Isla, estuvo en el programa español de radio “Herrera en la Onda” para contar su experiencia y mandarle un mensaje al joven de Nuevas Generaciones: “Que luche y no pierda la esperanza”.

Ferraté se mostró convencido de que la famosa declaración en la que Carromero se autoinculpa del accidente de coche que costó la vida a los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepera fue forzada.

“Psicológicamente hay mucha presión en los interrogatorios”, contó. “Me pongo en su situación y sé lo que está pasando y lo que le están haciendo, es lo que yo sufrí día a día, minuto a minuto”, le cita el reporte.

Sobre las cárceles cubanas Martínez narró que los primeros días se pasan en un centro de internamiento para extranjeros, “donde al menos se ve la luz”. Luego “llevan a otro donde ni eso, en celdas de cuatro literas en las que no queda más remedio que pasar las horas tumbado o sentado”. Allí, cada tres días sacaban a los presos a una “terracita” durante 15 minutos nada más, dijo el periodista.

Según su testimonio, la comida era tan mala que Martínez solía dársela a sus compañeros, hasta que los carceleros se dieron cuenta y le obligaron a comer en una sala de interrogatorios para asegurarse de que lo hacía. Tras un par de semanas entre rejas cogió la sarna, añadió.

Además, para hundirle moralmente le decían que las autoridades españoles le habían abandonado a su suerte, que nadie se preocupaba por él. A los 27 días de estar incomunicado en su celda, recibió visita del cónsul, que le dijo: “No te hemos abandonado, es que no nos han permitido venir a verte”.

Más de medio año después de salir de ese infierno, el periodista asegura seguir teniendo pesadillas, concluye el reporte.

© cubaencuentro

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