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Actualizado: 27/03/2024 22:30

Visita de Benedicto XVI

Procesión de la Virgen Mambisa por las calles de La Habana

Vestidos con camisetas y gorras blancas con la imagen del Papa, los fieles repartían viseras de cartón a los curiosos, a quienes invitaban a incorporarse a la lenta marcha
Por otras calles, autobuses movilizados por el Gobierno para la ocasión transportaban a miles de personas hacia la misa

Católicos cubanos partieron desde la Catedral de La Habana al amanecer de este miércoles en procesión con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre hacia la Plaza de la Revolución, donde el Papa Benedicto XVI oficiará una misa campal, reportó la AFP.

Sobre un auto, la imagen iluminada de la Virgen “Mambisa” fue saludada con aplausos por las calles de La Habana, donde al centenar de fieles que partió desde la Catedral se les fueron agregando los de otras parroquias, en una procesión que debía recorrer seis kilómetros, la más larga en décadas en Cuba.

“Vengo a adorar a la Virgen de la Caridad por la congregación que estamos haciendo por la visita del Papa”, dijo a la AFP Ever Marín, de 13 años, estudiante de octavo grado, quien participaba por primera vez en una procesión.

Vestidos con camisetas y gorras blancas con la imagen del Papa, los fieles repartían viseras de cartón a los curiosos, a quienes invitaban a incorporarse a la lenta marcha.

“No recuerdo otra procesión tan larga, vengo por mi fe cristiana y a dar la bienvenida al Papa”, dijo un hombre de 70 años que, receloso, prefirió no dar su nombre.

Benedicto XVI, quien culminará este miércoles una visita pastoral de tres días en la Isla, ofició el lunes una misa campal en Santiago de Cuba (sudeste) ante 200.000 personas y se espera que en la de esta jornada, en La Habana, esa cifra sea superada con creces.

Antes de la procesión, varios miles de cubanos convocados por el Gobierno para la misa se agrupaban frente al Capitolio Nacional bajo el pedido de “disciplina y solemnidad” que hacía una mujer con un altavoz. Era el “bloque” del municipio Habana Vieja, que se congregaba para marchar hacia la misa.

Roberto del Toro, de 14 años y estudiante de noveno grado, se veía emocionado a pesar de muchas horas sin sueño.

“Nosotros los cubanos nos sacrificamos hoy, nos levantamos temprano, muchos no hemos dormido, para ir rumbo a la Plaza, pues es una satisfacción tener a Su Santidad aquí en Cuba”, que vino a decir que “está bueno ya con la injusticia y a orar y hacer sacrificio por los marginados, por los que sufren en el mundo entero”, dijo el joven.

Desde el vehículo que trasladaba la imagen de la Virgen, un religioso pedía por un altavoz que ella “traiga consuelo y paz a este pueblo”.

Por otras calles, autobuses movilizados por el Gobierno para la ocasión transportaban a miles de personas hacia la misa.

Las procesiones religiosas estuvieron prohibidas en Cuba desde la década de los 60 por el entonces gobierno ateo de Fidel Castro, hasta que fueron restituidas por él mismo durante la visita de Juan Pablo II, en 1998. El Estado cubano dejó el ateísmo en 1991 y pasó a ser simplemente laico.

© cubaencuentro

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