AFP/ La Habana. Cuba registrará pérdidas millonarias y alza de precios al consumidor en 2008 por el triple efecto del embargo norteamericano, la devaluación del dólar y los mayores precios internacionales de los alimentos, dijo la revista oficialista Bohemia.

El efecto simultáneo de esas causas supone que "las pérdidas financieras de la Isla (...) se anticipan millonarias este año", dijo la publicación, que también hizo referencia a "un rumor callejero, cotizado en pesos ilusoriamente revalorizados", que a principios de marzo volcó a la población a las casas de cambio ante la expectativa de una revalorización de la moneda nacional, lo que no ha ocurrido.

La posible revalorización del peso ante el peso convertible (CUC, cuya equivalencia el gobierno pone en 1.08 dólar o 24 pesos cubanos), forma parte de las expectativas que corren en Cuba hace meses como parte de las medidas que tomaría el gobierno de Raúl Castro, ninguna de las cuales ha sido anunciada oficialmente.

En esa cuerda, se mueve además la posibilidad de la venta liberada de algunos aparatos eléctricos hasta ahora restringidos, como las computadoras; el acceso de los cubanos a hospedarse en hoteles y cambios en la agricultura, incluida la propiedad, para aumentar la producción de alimentos.

Pero la crítica realidad internacional hace prever un apretón del cinturón, según Bohemia. "Con tales truenos, aumenta la presión sobre un sistema comercial interno", dijo la publicación en referencia al mercado en divisas, que ya en 2007 marcó alza de precios en algunos productos como la leche y la mayonesa.

A través del sistema de racionamiento, los cubanos reciben una canasta básica de alimentos a precios subsidiados, que resulta insuficiente pero imprescindible para la inmensa mayoría de los bolsillos.

Las necesidades deben complementarse en el mercado agropecuario, regido por oferta y demanda, y un mercado en divisas donde, además de alimentos, los cubanos adquieren productos de higiene personal y doméstica, ropa, calzados, muebles, efectos electrodomésticos, entre otros, a precios muy altos para un país donde el salario medio ronda el equivalente a entre 13 y 17 euros.

Según datos oficiales, el índice de precios al consumidor en moneda nacional (canasta básica, alquiler, electricidad, agua, y otros servicios) subió un 5,7% en 2006 y un 2,8% en 2007.

"Son apenas algunas señales, visibles, que alertan sobre el urgente llamado a sustituir importaciones, cuando se trata de alimentos o bienes que, como la leche, pueden ser producidos en esta isla", dijo Bohemia.

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