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Internet, Protestas, Censura

¿Una posible solución a la censura en internet del régimen cubano? No tan fácil

Por ahora, la mejor esperanza de los cubanos de conectarse en línea es mediante el uso de redes privadas virtuales, una pieza clave de tecnología que ha permitido a las personas que viven bajo regímenes represivos en todo el mundo evadir la censura en línea

El colapso del sistema eléctrico —del cual la Isla no se ha recuperado aún en su totalidad— y los problemas en el suministro de agua y las telecomunicaciones multiplica el descontento entre los cubanos tras décadas de crisis económica.

En diversas zonas de Cuba se han sucedido las protestas durante los últimos cuatro días y entre las 8 de la noche del jueves y las 3 de la mañana del viernes el gobierno restringió el acceso a Internet para evitar la difusión de las protestas. Netblocks reportó que los datos de la red en tiempo real mostraron que la conexión a internet sufrió un corte abrupto en la Isla. El servicio fue restaurado posteriormente.

Plataformas especializadas como Netblocks, Internet Outage y Cloudflare Radar coincidieron en señalar que el corte de internet fue un intento de silenciar las protestas y evitar su propagación. El gobierno cubano no ha brindado explicaciones del incidente y los medios oficiales no lo recogieron.

En medio de esta situación muchos cubanos miran lo que está ocurriendo en Ucrania, donde se han logrado frenar los esfuerzos del presidente ruso Vladimir Putin de impedir la difusión de noticias durante la invasión y la difusión de alertas para mantener informada a la población de los peligros de la ofensiva. Ello gracias a los satélites de Elon Musk, quien puso su red Starlink a disposición de los ucranianos.

El 19 de septiembre Musk anunció que su compañía solicitará una exención de las sanciones contra Irán para proporcionar el servicio de banda ancha satelital en el país persa. Se le preguntó si se podría incluir a Cuba en la petición y respondió afirmativamente.

Según Musk la versión 2.0 de Starlink (Starlink V2) que está en desarrollo permitirá que los usuarios se conecten a la red de satélites directamente desde sus teléfonos, lo que ofrecería cobertura de navegación a quienes viven en zonas donde no hay o se suprime temporalmente la red de telefonía móvil.

Sin embargo, las supuestas buenas intenciones de Musk y las esperanzas válidas de los cubanos chocan contra la dura realidad.

El 21 de julio un funcionario del Departamento de Estado confirmó que la administración de Biden estaba “trabajando con el sector privado y el Congreso para identificar formas de hacer que internet sea más accesible para el pueblo cubano”. Un día antes, la entonces secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a la estación de noticias local WPBF del sur de Florida que establecer un acceso amplio a internet en Cuba era una prioridad para el presidente Joe Biden. “Eso no es fácil”, dijo Psaki. “Pero va a buscar formas, trabajando con su equipo, para ampliar las formas de hacerlo, o ver cuáles son nuestras opciones”.

Afortunadamente, gran parte del territorio cubano parece estar dentro del alcance de al menos una estación Starlink en Punta Gorda, Florida.

Desafortunadamente, es muy poco probable que muchos cubanos tengan un teléfono satelital o una antena parabólica Starlink. El gobierno controla estrictamente el acceso a ese tipo de equipo y castiga duramente a los extranjeros que intentan introducirlo de contrabando en el país.

También hay un obstáculo legal: transmitir internet a un país en contra de la voluntad de su gobierno es una violación del derecho internacional. No hay mucho que el gobierno cubano pueda hacer para sancionar a Musk si realmente decide iniciar dicha transmisión de internet que no puede controlar el régimen, porque no hace ningún negocio en Cuba. Pero en otros países, como China, dichos gobiernos tienen mucha más influencia económica sobre empresarios como Musk, lo que podría hacer que en última instancia este lo pensara dos veces antes de desafiar la censura castrista.

El gobernador de Florida Ron DeSantis ha sugerido que Estados Unidos podría aprovechar el territorio que controla en Cuba —es decir, la embajada de EEUU en La Habana y la base militar en la Bahía de Guantánamo— para crear puntos de acceso wifi. Sin embargo, dicha idea tiene en contra limitaciones muy importantes. Los puntos de acceso wifi tienen un alcance limitado, por lo que los cubanos tendrían que agruparse físicamente alrededor de la embajada o la base para usar internet. Su presencia física, así como la prueba digital de que se han conectado a la red wifi estadounidense facilitaría al gobierno descubrir quién está tratando de evadir la censura.

Por ahora, la mejor esperanza de los cubanos de conectarse en línea es mediante el uso de redes privadas virtuales, una pieza clave de tecnología que ha permitido a las personas que viven bajo regímenes represivos en todo el mundo evadir la censura en línea. Por lo demás, hay que evitar las tentaciones de supuestos activistas y opositores aprovechados y políticos demagogos detrás del voto fácil de los exiliados cubanos.

© cubaencuentro

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