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Actualizado: 23/04/2024 20:43

Cine, Welles, Arte 7

El texto de «Unthinking Lobster» de Welles aparece en versión italiana

En el verano de 1950, Orson Welles aterriza en París y se le ocurre montar una obra teatral (en realidad dos) con el equipo de producción utilizado Marruecos para la realización de Othello

En el verano de 1950, mientras aún se encontraba editando Othello, y empeñado en el difícil intento de compaginar escenas filmadas en Marruecos y Venecia, y como siempre a la búsqueda de dinero, Orson Welles aterriza en París y se le ocurre montar una obra teatral (en realidad dos) con el equipo de realización utilizado Marruecos. Entonces se dedica a un proyecto que será un nuevo fracaso económico, una pérdida de material y que ahora reaparece en un libro publicado en Italia. Pero antes hay que hablar de un corto que no existe, y que además de Welles bien pudieran haber hecho Buñuel y Fellini.

The Unthinking Lobster se desarrolla en Hollywood, durante un furor de películas religiosas. Un director neorrealista italiano está filmando la historia de una santa como Bernadette, que obraba milagros y curaba a los enfermos, cuando el productor despide a la estrella y la reemplaza con una mecanógrafa del estudio, porque cree que esta brinda una imagen mucho más espiritual.

La escena que están filmando tiene muchos lisiados, y desde el primer día el director ha insistido en que, en aras de la credibilidad del filme, los participantes deben ser verdaderos inválidos. El departamento de casting cumple con la petición y el set se llena de gente deforme y miserable. La secretaria devenida actriz los bendice y ocurre el milagro: los figurantes tiran las muletas: están curados: la secretaria es realmente una santa.

Tras ello Hollywood se transforma en una nueva Lourdes. Penitentes pasan de rodillas por las puertas de la MGM. Se venden pedacitos de película como amuletos sagrados. Solo que la bendición se convierte en una abominación para la industria. Salvo el comercio de las nuevas “reliquias sagradas”, el negocio va de mal en peor: las reuniones empresariales se han transformado en cónclaves religiosos, las decisiones en rezos y las actuaciones en penitencias. La industria solo se salva con la llegada de un arcángel, que plantea una conferencia con los directores de los estudios y llega a un acuerdo con ellos: el cielo está preparado para suspender cualquier milagro adicional en Hollywood si, a cambio, Hollywood deja de hacer películas religiosas.

Así más o menos se lo cuenta Welles a Peter Bogdanovich en This is Orson Welles y más que menos lo escribe David Thomson en Rosebud. The Story of Orson Welles.

Más interesante aún es que, como parte de la obra teatral, figuraba un pequeño corto, The Miracle of St. Anne, hecho por el propio Welles. Este servía de preludio a una de las dos obras teatrales en un acto, ambas escritas para ser representadas juntas bajo el título de The Blessed and the Damned en el Théâtre Edouard VII en París, el 15 de junio de 1950.

El corto consistía en los rushes de una película épica con tema bíblico y estaba concebida como una película dentro de la obra teatral, la cual resultó un fracaso comercial, entre otros motivos por el idioma (se presentó en inglés). Luego Welles llevó la producción a Alemania, pero solo la primera de las obras, The Unthinking Lobster, junto con escenas de otras obras y una versión muy reducida de The Importance of Being Earnest, pero tampoco este espectáculo gustó mucho. De todo ello solo queda un fragmento de 36 segundos del corto cinematográfico, que puede verse en YouTube.

El manuscrito de The Unthinking Lobster apareció publicado solo en Francia, como Miracle a Hollywood en 1952. Ahora resucita en Italia 70 años después. El cineasta italiano Gianfranco Giagni lo tradujo del francés y agregó sus comentarios sobre la sátira de las epopeyas religiosas de Hollywood y un análisis de la labor de Welles en el teatro. Miracolo a Hollywood, de 176 páginas, apareció en las librerías italianas el 25 de octubre.

“Tenía curiosidad por leer la obra y encontré la edición francesa en una biblioteca romana”, dijo. “Es una obra muy divertida y sarcástica, Welles se burla del establishment de Hollywood —productores, actores, Hedda Hopper, Irving ‘Swifty’ Lazar, el Cardenal (Francis) Spellman y hasta de Roberto Rossellini— pero sobre todo es un texto que habla de falsedad y verdad”, expresa Giagni a Wellesnet.

Entre 1948 y 1952 Welles pensó en convertir en un largo metraje a The Unthinking Lobster, pero al final se decidió por terminar su adaptación al cine de Othello.

© cubaencuentro

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