Cine, Cine estadounidense, Arte 7
La ley del sobreviviente
Emily the Criminal es una obra que trae algo de frescor y de espontaneidad a la producción actual del cine independiente estadounidense
Emily es una joven que ronda los treinta años. Es graduada de diseño y tiene una deuda de unos 30 mil dólares debido a sus estudios. Como no ha podido conseguir trabajo en su campo, trabaja en una compañía de abastecimiento de comidas para fiestas de corporaciones. Se define como artista, pero hace tiempo que no dibuja nada. Vive en un apartamento que comparte con una pareja asiática. Su vida se encuentra en un callejón sin salida.
Una amiga del bachillerato le promete ayudarla a conseguir un trabajo en su campo de interés, ya que ella trabaja en una compañía de diseño supuestamente muy prestigiosa. En lo que se le da ese trabajo, Emily va a entrevistas en las cuales siempre le salen unos antecedentes penales que cuando se los sacan, ella responde indignada y agresiva.
Mientras todos sus fracasos se suceden, un compañero de trabajo la contacta con una gente que parecen pagar bien. Cuando la contactan, le dicen que es algo ilegal. El primer trabajo consiste en hacer compras pequeñas con tarjetas de crédito falsas o replicadas. A Emily le va bien y luego le ofrecen un segundo trabajo que paga más, pero es de mayor riesgo y ella continúa, a la vez que desarrolla una relación con su “empleador”. Se vuelven colegas y amantes.
En Emily the Criminal, se sabe muy poco de los antecedentes psicológicos del personaje, lo cual es una virtud del filme que se concentra en la escalada delictiva de Emily, cuyos propósitos se van reduciendo a obtener cada vez más dinero sin importar lo que tenga que hacer. Para ella el fin justifica todos los medios.
Aunque algunas veces exige del espectador demasiada suspensión de la credibilidad, el personaje se desarrolla de una manera que se siente auténtico. De haber entrado en explicaciones psicológicas sobre su conducta, basado en su pasado, como está muy de moda, se hubiera convertido en un estereotipo más. De la forma que se ha presentado, el personaje gana en complejidad a medida que avanza la trama.
John Patton Ford, escribió y dirigió este, su primer largometraje, y su filmografía es bien breve, pues antes solamente había escrito y dirigido un corto. Aunque a la hora de resolver una trama que se desarrolla con gran tensión, de las que pueden llegar a incomodar al espectador que puede sentirse prisionero de lo que ve y que a pesar de todo logra identificarse con Emily, se vuelve torpe y simplifica el argumento, es un impresionante debut. Su dirección de actores es excelente
El filme se desarrolla muy por encima de los propósitos que en algunas entrevistas Patton Ford ha expresado, pues insiste en que quería mostrar el peso del sueño americano en los jóvenes estudiantes de hoy, que terminan con una gran deuda y sin muchas perspectivas de avanzar. Sin embargo, a mí me parece que eso es lo menos importante del filme, ya que resulta un thriller de gran intensidad y muy original. No sé si pronto saldrán críticas de las patrullas de los políticamente correctos, pues en el filme, en el cual prácticamente todos los personajes son “malos”, estos son de origen mexicano, eslavo, árabe o afroamericano, y además de cualquier género.
Aubrey Plaza (Wilmington, Delaware, 1984), de padre puertorriqueño, quien comenzó como comediante y ha realizado carrera mayormente en series televisivas y cuyo primer rol de importancia fue en la olvidable Safety Not Guaranteed (2012), hace un trabajo extraordinario en su rol de Emily. Nos hace creer en el personaje, despliega una gran fuerza dramática en una actuación que conlleva economía de gestos. Theo Rossi (New York City, 1975) que viene de Sons of Anarchy y Army of the Dead, también se destaca con una excelente actuación como Youcef, el “empleador” de Emily.
La fotografía de Jeff Bierman, quien anteriormente había trabajado en videos musicales, usa con eficiencia una iluminación de poco contraste y poca brillantez, concentrándose en las expresiones de los personajes. Hay pocos planos generales, mucha cámara en mano y abundancia de primeros planos. Trabaja muy bien con las limitaciones de lo que es obviamente un bajo presupuesto, pero la falta de medios no se nota y está bien compensada.
Emily the Criminal es una obra que trae algo de frescor y de espontaneidad a la producción actual del cine independiente americano, que parece conformado por personajes de cartón, sin vida y arquetípicos.
Emily the Criminal (EEUU, 2022). Guion y dirección: John Patton Ford. Director de fotografía: Jeff Bierman. Con: Aubrey Plaza, Theo Rossi y Bernard Badillo. De estreno limitado en las ciudades importantes de Estados Unidos.
© cubaencuentro
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