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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Danza

El Royal Ballet de Londres homenajeó a Alicia Alonso


El Royal Ballet de Londres dedicó su segunda presentación en La Habana a homenajear a la directora del Ballet Nacional de Cuba, Alicia Alonso, con una función en la que bailarines de ambas compañías compartieron escena, informó EFE.

 

La directora de la compañía inglesa, Mónica Mason, calificó de "gran honor" para el Royal tener la oportunidad de rendir tributo a Alonso, a quien saludó con reverencias y flores en el escenario del Gran Teatro de La Habana.

 

"Me parece un acto muy bello, pero no me lo dan sólo a mí, se lo dan al pueblo de Cuba", dijo a los periodistas Alonso, de 88 años, quien dirige el Ballet de la Isla desde hace seis décadas.

 

El programa incluyó piezas representativas del Royal como Chroma y Un mes en el campo, junto a fragmentos de obras clásicas del repertorio de la compañía cubana como Giselle, El Lago de los Cisnes y Don Quijote.

 

Fuera, cientos de personas siguieron el espectáculo a través de una pantalla ubicada al pie de la escalinata del Capitolio de La Habana, a donde los bailarines acudieron para saludar al público reunido en la calle.

 

Entre las figuras más ovacionadas estuvieron el cubano Carlos Acosta y la española Tamara Rojo, ambos primeros bailarines del Royal.

 

A la presentación asistieron el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, y el ministro de Cultura, Abel Prieto.

 

Los medios de la Isla, todos oficiales, recordaron este miércoles que el tributo a Alonso, muy vinculada al régimen, coincide con la fecha en que bailó por primera vez en el Covent Garden de Londres, en 1946.

 

La ex bailarina y coreógrafa cubana, considerada la más alta exponente de la danza en Iberoamérica, nació en 1920 en La Habana e inició su carrera en Estados Unidos, donde en 1940 se incorporó al Ballet Theatre of New York.

 

En 1948 fundó el Ballet Alicia Alonso, que más tarde pasó a llamarse Ballet Nacional de Cuba.

El Royal Ballet, con 96 bailarines de 19 nacionalidades, debutó el lunes en Cuba, donde realiza un programa de cinco funciones que concluirá el viernes en el teatro Karl Marx con la obra Manon.

© cubaencuentro

2 Comentarios


2 by Baltasar Martin (Usuario no autenticado) 16/07/2009 17:20

El arte no se debe mezclar con la politica. La escuela cubana de ballet es un gran logro de nuestra cultura, y Alicia Alonso es un mito y una leyenda de la danza universal, aunque diferamos de sus posiciones politicas. Ojala pudiera haber ido a La Habana para ver estas funciones del Royal, verdadera fiesta del ballet.

1 by Baltasar Martin (Usuario no autenticado) 16/07/2009 17:00

Les comparto detalles sobre el debut de Alicia en el Covent Garden el 15 de julio de 1946, que he incluido en mi novela sobre Alicia y Feranado Alonso: Con Alicia Alonso al frente, el BT arribó a Londres en julio de 1946 para presentarse en The Royal Opera House, en Covent Garden, donde la bailarina obtuvo un gran éxito tanto con el público como con la crítica, entre otras, por su ya reconocida interpretación de Giselle, aunque en el debut, que tuvo lugar el día 15, ocurrió un pequeño percance a la salida de la tumba: — “Cuando fui a Inglaterra por primera vez, estaba en Covent Garden, en Londres, haciendo el debut con el Ballet Theatre. Y efectivamente, me demoré con el cambio del maquillaje y de vestuario para el segundo acto de Giselle, de verdad el ascensor se trabó, y yo estaba oyendo la música, mi entrada... y tuve que salir corriendo, ¡pero corriendo! de allí, pararme en escena y empezar esa parte rápida-rápida donde doy vueltas, vueltas, vueltas. Fue como un meteorito: llegué, y empecé a dar las vueltas…, me perdí toda la parte de la salida por la tumba..., toda esa parte de ir hacia la Reina y que ella me tocara con la vara mágica y me hiciera bailar. Y el público: ¿¡ehhhhh!?, porque entró aquella cosa rápida y empezó a dar vueltas como una loca e hizo la entrada...” Lo que Alicia nunca pudo saber de buena tinta, aunque sí se lo imaginó y se lo comentó a Fernando, es que el ascensor no tenía nada, sino que dos admiradores de la Markova que trabajaban en el Covent Garden lo trabaron a propósito, para sabotearle la función a la advenediza que había destronado a Lilian Alicia de “su” rol de Giselle. No se la pudieron sabotear, pero desde entonces la Alonso sueña con ese suceso: “Cuando tengo pesadillas, las tengo terribles. Pesadilla de que estoy oyendo la música. Es mi entrada de Giselle, del segundo acto, de la escena en que salgo de la tumba. Oigo la música, y estoy en otro piso y el ascensor se traba. Oigo la música, y corro, corro, corro”. Por supuesto que la Markova no asistió a la función de su “rival”, pero disfrutó muchísimo cuando le contaron lo sucedido. Aunque no se dice en las historias sobre ballet, para los ingleses fue muy duro tener que aceptar y reconocer la superioridad de la Giselle de la cubana por sobre la de su coterránea, que era la primera que rabiaba por esto. Según la acreditada opinión de Isis Wirth, crítico de ballet de reconocido prestigio, “la crítica inglesa tiene una forma muy sutil de elogiar a los extranjeros con tal de equilibrar su espíritu chovinista. En esa gira dijeron de Alonso: — ‘Viéndola bailar comprendemos por qué los norteamericanos no se sienten disgustados si no tienen a Margot Fonteyn’ (Margot Fonteyn era su gran estrella clásica entonces)”. Incluso alguna crítica trató de cuestionarle la interpretación de un ballet tan romántico como Giselle “por su condición de latina”: — “(…) un crítico llegó a preguntarme cómo tenía la valentía de bailar Giselle allí— testimonia la propia Alicia. En el Covent Garden, Alicia tuvo como partenaire a André Eglevski.

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