A pesar de las leyes del mercado, en Cuba y en otras partes los chamas buscan alternativas. Es cierto que esas cosas no suelen llegar a los grandes circuitos, pero ya con una cámara de vídeo y una computadora hay quien hace cosas muy comprometidas. También es verdad que en Cuba las películas contestatarias en formato de vídeo no llegan al cine, no por leyes de mercado sino por censura política, y eso crea un contexto muy particular no comparable con la creación vanguardista de otros países. Esas películas hechas por jóvenes, o no tan jóvenes, en Cuba, pasan de mano en mano y la gente las ve igual. Sus creadores no se enriquecen, pero están cumpliendo una función histórica importantísima. Pasen revista a muchos de esos corto y largometrajes que se descargan o compran por internet, y verán que también hay gente honesta y valiente haciendo cine y televisión en Cuba, jugando cabeza al sistema. Por otro lado, quizás los cubanos seamos los únicos hispanos que seguimos dando prioridad en el gusto a la producción nacional, a los temas locales. Puede que veamos películas americanas como todo el mundo, pero siempre llenamos las salas con las nuestras (incluso cuando a veces sean mediocres o politizadas), y las malcriamos porque somos una nación vernacularmente narcicista, y nos encanta vernos a nosotros mismos en la pantalla.

Wilfredo Díaz: Se entiende tu frustración. Yo también crecí en Cuba viendo todas esas películas soviéticas, checas y polacas que tú mencionas. Todas eran "políticamente correctas" para la intelectualidad de izquierda y ninguna cuestionaba el sistema político. Era lógico: El sistema político era el mismo que "producía" la película. Tal y como pasa ahora en Cuba. Hacer cine en una economía de mercado es otra cosa: Puedes hacer la película que quieras, siempre que tengas todo el dinero para producirla y divulgarla. Al final es, como todo, más o menos conveniente según tú y lo que tú quieras. Es muy fácil para cualquier cineasta culpar al "maldito mercado" por sus fracasos "artísticos". Lo difícil es aceptar que el mercado NO ES hipócrita y exige verdadero talento creativo para vender la mercancía. Usted puede creerse todo lo artista que quiera, puede montarse en esa nube etérea y mirar de reojo a los simples mortales que no le comprenden... y la realidad le dará en la cara: Esos mortales decidirán si pagarán o no por sus "obras de arte". Además, hay todo tipo de cine para todo tipo de público. Parece que siempre lo habrá. Pero los tiempos cambian, y también los formatos, la escala, los medios. Hoy las salas de cine son más pequeñas, y las de teatro caben en un sótano (con escenario y todo), cuando hace 50 años ocupaban una manzana entera. ¿Quién paga $90 por ver una ópera hoy día? Y por último, si te sirve de consuelo, Hollywood no es, ni mucho menos, infalible; Sólo el 10% de los guiones propuestos llega a producirse, y de ese 10%, menos de la mitad se convierten en éxitos de taquilla. Nadie ve ya esas películas checas, igual que nadie ve ya las de Charles Chaplin. Ese tiempo pasó. Es Historia. No es el mercado, es "la dialéctica", es Darwin: Evoluciona ó perece. El cine en una Cuba libre será eso: Libre. Para mí es más que suficiente.

Bravo! Qué tremenda declaracion! Nada que ver con las declaraciones Cantinflescas de Perrugorría.

Wilfredo, en Cuba lo que más se ve y se ha visto siempre es ese cine norteamericano que dices, tanto en la televisión como en el cine, que todo, por cierto es del estado. La mayoría de las películas cubanas dicen adiós apenas se estrenan si es que llegan a estrenarse. Tampoco la cultura "le importa un pito", sobre todo si solo le rozan con una crítica ligera su "perfección". Mira cuántos años demoró en ponerse en la televisión cubana uno de los mejores filmes cubanos (para mí el mejor)"Fresa y Chocolate"! Otras muchísimas jamás se han puesto en la televisión ni en el cine y solo se pueden ver en vídeos piratas. Vladimir sabe lo que dice.

¡Ingenuo! Mira aqui lo que pasa con el cine español, para que veas cómo sus realizadores apenas pueden exhibir sus filmes una vez terminados, y no encuentran apoyos "para contar sus historias". Asi que ¿cómo será en la isla cuando cambie la cosa? ¿No sabes como actúa la sacrosanta ley del mercado? Pues debias saber que la cultura le interesa un pito. Mira lo que ha pasado con las cinematografías rusas, chechas, y hungaras por solo citar tres ejemplos, >¿qué ha sido de ellas? Cuando por suerte haya cambios politicos en la isla, por otro lado el cine norteamericano acaparará la exhibición y el cine nacional dirá adios!