Miñoso, Cuba, Represión
El imperecedero Minni Miñoso
El régimen de Castro utiliza sus deportistas como paramilitares en sus actos de repudio contra las personas que disienten pacíficamente de sus rígidas políticas
La dictadura de Castro y algunas de las instituciones secuaces de este régimen se han dedicado los últimos años en mutilar públicamente la imagen del pueblo cubano y tildarlo de falto de las reglas básicas de urbanidad.
A la memoria del afamado pelotero cubano Minnie Miñoso fue develada una escultura en el parque beisbolero U.S. Cellular Field de Chicago en el 2004. Tenía 80 años cuando fue congratulado con esa hermosa estatua que refleja la voluntad del espíritu humano en triunfar en la vida acompañado de amor y talento.
Miñoso rompió la barrera de la discriminación racial en el beisbol de las Grandes Ligas (MLB) en EEUU; fue el primer jugador de la raza negra en integrar el equipo de los Medias Blancas de Chicago y primer afrolatinoamericano en esas ligas. Así como el noveno jugador negro en la historia beisbolera americana en estar en un equipo integrado racialmente.
Orestes Minnie Miñoso y Jackie Robinson tuvieron vidas beisboleras muy parecidas. El último fue la primera persona de la raza negra en ingresar a la MLB en 1947 y Minnie lo hizo dos años después. Ambos demostraron con sus excelentes conductas en lo profesional y en lo cívico que fueron hechos para romper la barrera de la discriminación en la asociación deportiva MLB.
Robinson y Miñoso son símbolos de orgullo de la nación estadounidense y de la humanidad. Con la perseverancia ante las arbitrariedades de la época asociada a la calidad deportiva, capacidad talentosa y un fuerte espíritu civilizado con el deseo de alcanzar sus sueños, demostraron que era posible la realización del sueño americano para todas las personas independientes de su raza o etnia.
Por supuestos que ellos son ciudadanos de honor en Norteamérica y el mundo; que en el caso de Miñoso por ser cubano y desempeñarse con la misma venerable actitud en Cuba, es considerado como un símbolo inmarcesible para la juventud cubana, en especial para los deportistas.
La dictadura de Castro y algunas de las instituciones secuaces de este régimen se han dedicado los últimos años en mutilar públicamente la imagen del pueblo cubano y tildarlo de falto de las reglas básicas de urbanidad. Sin embargo, estos críticos injustos a la reciente muerte del deportista Minnie Miñoso no fueron capaces de elogiar oficialmente a este celebre personaje, que es un patrón imitable en nuestra sociedad, en especial para la niñez y la juventud.
Decenas de periódicos y medios noticiosos americanos e internacionales alabaron la labor del astro cubano y miles de fanáticos honraron su memoria. Incluso el presidente estadounidense Barack Obama estuvo entre lo que elogiaron a Mr. White Sox, Minnie Miñoso.
En realidad, mientras ocurrían estas muestras de simpatía a esta gran personalidad del deporte y la vida, los hermanos Castro guardaron un profundo silencio sepulcral, al igual que su periódico oficial, Granma. Quizás por ser estos tiranos la antítesis de la estrella cubana. Mr. White Sox simboliza la ética y la moral en la sociedad y es un ejemplo del amor a la justicia, por esto los Castro prefirieron el silencio.
El régimen de Castro utiliza sus deportistas como paramilitares en sus actos de repudio contra las personas que disienten pacíficamente de sus rígidas políticas. Los miembros del Proyecto Emilia, en dos recientes ocasiones, fueron acosados por los paramilitares de las Brigadas de Respuesta Rápida, conformada por deportistas de alto rendimiento en las especialidades de combates de la escuela deportiva “Cerro Pelado”. Incluso una de las que se destacaba en la labor de agitación de la turbamulta era una campeona mundial de lucha libre.
En otra ocasión, el “cristiano luchador anticastrista” Diego Tintorero, que se ha lanzado cinco veces para el terreno donde juega el equipo Cuba para protestar y llamar la atención de las graves violaciones de los derechos humanos del pueblo cubano por la dictadura de Castro, fue golpeado violentamente por varios peloteros e incluso un arbitro cubanos.
Esta actitud antideportiva y de violencia ante la libertad de expresión es por lo que muchos cubanos no apoyan a ese equipo ni a ningún otro de la isla, porque los consideran instrumentos para reforzar la banalidad del régimen castrista. Además sus integrantes no sólo deben tener calidad deportiva sino que deben confesar su adhesión a la política del castrocomunismo. Por esto mucho lo nombran el equipo castrista y no de Cuba.
Orestes Minnie Miñoso, el Mr. White Sox o el Cometa Cubano, fue todo un profesional de la ética deportiva y se destacó por su actitud cívico-moral en la sociedad. Por lo anterior, lo considero el Jackie Robinson cubano o el Martin Luther King del béisbol. Recibió decenas de méritos y halagos como deportista. Ingresó en el Salón de la Fama de Béisbol de México y Cuba. Sólo falta que los especialistas en este tema hagan justicia, que por sus incuestionables méritos lo incorporen al Salón de la Fama de Cooperstown. Este Cometa Cubano es el imperecedero paradigma para la juventud cubana.
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“No estoy pensando en los millones, juego por un pueblo”
, Ciudad de México | 15/10/2013