Al concluir estos XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe, Cuba, con 74 medallas de oro, y 196 en total, terminó en tercer lugar. México, con 145 y 353, y Colombia, con 87 y 244, la superaron en el medallero.

Este es sin duda el peor resultado de Cuba en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Para que se entienda, incluso antes de 1959 nuestro país solo ocupó el tercer lugar en Panamá, 1938. Mas en aquella ocasión la competencia fue tan cerrada que los tres primeros lugares, México, Panamá y Cuba, terminaron con igual cantidad de medallas de oro, y para desempatar tuvo que irse a las medallas de plata. Nada parecido a ahora, en San Salvador 2023, en que el primer lugar ha ganado casi el doble de medallas de oro, y de todos los metales, que Cuba.

La única otra vez anterior en que Cuba terminó en tercer lugar fue en Kingston, 1962. Entonces Cuba fue sobrepasada por Venezuela, el segundo lugar de los juegos, por 3 de oro y 21 medallas en general.

Lejos han quedado aquellos resultados espectaculares de los ochenta y noventa, cuando Cuba arrasaba con entre el 60 y el 70 % de los títulos, como en La Habana, 1982. Juegos inaugurados por el mismísimo Fidel Castro, en que los cubanos ganaron 173 medallas de oro, mientras los mexicanos, en segundo lugar, solo pudieron agenciarse 29.

Debe aclararse que Cuba ascendió por primera vez al primer lugar de los juegos regionales más antiguos del mundo mucho antes de la Revolución. En los segundos juegos, también en La Habana, pero bajo la presidencia de Gerardo Machado. Entre marzo y abril de 1930, ocasión en que acaparó 28 medallas de oro, y 68 en general. México, en el segundo lugar, solo ganó 12 y 40, respectivamente. Cuba no volvió a subir al primer lugar hasta los Centroamericanos y del Caribe de Panamá, 1970. Posición que luego conservó sin grandes dificultades hasta Barranquilla, 2018, excepto en los Juegos de San Salvador, 2002, y Mayagüez, 2010, en que el régimen castrista arguyó razones de seguridad para no asistir.

Este resultado de ahora, el peor desde 1926, cuando se realizaron los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, demuestra de manera concreta el retroceso cubano en todos los sentidos. Porque si en el deporte, una de las tres actividades vitrinas del Castrismo junto a la atención médica y la educación, se ha llegado a tener resultados por debajo de los que habitualmente se alcanzaban en el periodo republicano, qué se puede esperar de todas esas otras dimensiones de la vida social a los cuales se les ha prestado poca, o ninguna atención, desde 1959 a la fecha.

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