Andy Miyares es de esos nadadores que saben que en los entrenamientos está el triunfo de la competencia. Por eso, ha ganado más de 700 medallas en su carrera. Sí, porque este joven atleta, que cumplió 25 años el pasado junio, comenzó a nadar a los nueve meses y a los seis años obtuvo su primera medalla de oro en estilo mariposa. Desde entonces no ha parado de ganar.

Todo esto lo cuenta su madre, Ana María Miyares, quien fue también nadadora en La Habana. Aunque "quien era bueno en este deporte en Cuba es mi esposo Carlos", agrega.

La familia de los Miyares es muy conocida en el mundo de la natación. Les viene en la sangre eso de nadar y nadar bien. Porque si Carlos y Ana María fueron buenos en la Isla, en Estados Unidos, sus cinco hijos —cuatro varones y una mujer— no se han quedado atrás y han puesto bien alto el apellido Miyares. Todos han competido, ganando medallas en sus respectivas categorías, desde que comenzaron en Carolina del Norte hace unos cuantos años ya.

Eso sí, quien lo ha hecho bien de verdad es el más pequeño de la casa. Su nombre aparece en los registros deportivos más importantes de Down Syndrome International Swimming Organization. Andy Miyares es uno de esos nadadores notables que se impone metas para crecer cada día. Sus resultados en competencias internacionales son evidentes. Hace sólo unas semanas barrió en una competencia internacional celebrada en Fort Lauderdale, en el estado de Florida. Nunca ha dejado de ganar medallas en las Olimpíadas Especiales.

Su historia de ganador más allá de las costas de este país se remontan al Campeonato Mundial de Natación de Irlanda, en el año 2006, donde conquistó nada menos que seis medallas de oro y estableció cuatro récords mundiales. Acabó con las marcas que hasta ese momento mantenían los tritones sudafricanos. En total, obtuvo medallas en nueve eventos: seis oro, dos plata y un bronce en relevo. Tres representantes tuvo Estados Unidos en la importante lid: sólo ellos lograron los tiempos requeridos para asistir en las distintas especialidades.

El próximo reto

Por supuesto que allí no terminó todo. Fue sólo el comienzo en tierras foráneas. Un año después, Andy Miyares compitió en las Olimpíadas Especiales de China, donde impuso récord mundial en 800 metros estilo libre, con tiempo de 12.09. Además, logró conquistar otras tres medallas de plata en distintos estilos. De ese modo, dejó clara su elevada calidad como nadador, situado entre los mejores del mundo.

"Andy es la alegría de toda la familia", asegura con rostro de felicidad su madre, quien ha estado presente siempre en todas las competencias de Miyares, nacido en Miami. "Para Andy, la natación es su vida. Lo mantiene en su peso, le ha oxigenado el cerebro, los pulmones", afirma Ana María. El joven campeón "domina los dos idiomas: inglés y español. Los lee y escribe perfectamente. Pero más que todo, es muy cariñoso, muy sociable; le gusta la música, le encanta bailar, es tremendo bailador. Todo lo que sea latino le gusta. Baila hasta reguetón", comenta.

El gran campeón, que tiene una novia venezolana —ella no se perdió ni pie ni pisada de su ídolo durante las competencias de Fort Lauderdale—, nada bajo la dirección del entrenador colombiano Luis Salazar, quien logró llevar un equipo de su país a un mundial. Con él entrena dos sesiones, por la mañana, entre 6:00 y 8:30, y por la tarde, de 5:00 a 7:00.

"Él se prepara a la par de cualquier niño normal, tanto en natación como en la preparación física", explica Ana María. Andy trabaja 20 horas semanales en Miami Dade desde hace dos años: se encarga de mantener actualizados en las computadoras todos los resultados de las Olimpíadas Especiales que se celebran en la Florida.

Sabía muy bien Ana María de las ventajas de la natación. Experiencia le sobraba. Por eso, apenas nació Andy lo llevó a un programa de natación para bebitos. "Andrés no aguantaba la cabeza correctamente. Gracias a la natación y a ese programa en especial, ya caminaba a los 14 meses", dice. Por cierto, Ana María lleva en Miami desde hace diez años un programa de natación totalmente gratis y que tiene una matrícula de 70 niños.

"Las clases son todos los sábados entre 1 y 3 de la tarde. Allí hay desde bebitos hasta personas adultas. Es un programa auspiciado por las Olimpíadas Especiales Internacionales", cuenta. Las clases son impartidas en las piscinas de Tamiami Park o en la 112 Avenida y la Calle 112 del suroeste de la ciudad. Se le paga a los profesores con donaciones, aunque, según ella, hay muchos voluntarios. Entre los alumnos matriculados, la experimentada servidora pública cuenta con dos niños que solamente tienen la mitad del corazón.

Ahora mismo, Andy Miyares debe estar metido seguramente en alguna piscina buscando oro. Pero más que todo, se está preparando para un próximo reto: el Mundial de Portugal, a celebrarse en el mes de noviembre y al que asistirán 10 atletas. Andy Miyares es el único por Miami y el único descendiente de cubanos. Con orgullo, Ana María afirma que "varios van a ser los récords que va a imponer Andy en este Campeonato Mundial de Natación".

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