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Actualizado: 18/04/2024 23:36

Sotomayor, Pistas, Atletismo

El atletismo: otra crisis cubana

La infraestructura necesaria para el deporte ha dejado de ser una prioridad para el gobierno de la Isla

La imagen del Che Guevara con su célebre frase “Hasta la victoria, siempre” se cierne sobre los atletas juveniles cubanos que entrenan en el Estadio Panamericano, en las afueras de La Habana, informa BBC Mundo.

Desafortunadamente, para el atletismo cubano, “la victoria” ha brillado por su ausencia en los últimos años, informa.

Los de Londres 2012 fueron considerados los peores Juegos Olímpicos para Cuba desde 1976; los atletas cubanos consiguieron sólo tres medallas en atletismo, ninguna de oro.

Algo que está muy lejos de la época dorada de Javier Sotomayor.

Sotomayor ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 y la plata en Sídney 2000. Y si Cuba no hubiera boicoteado los juegos de Los Ángeles en 1984 y Seúl en 1988, seguramente hubiera ganado más.

Los dos metros y 45 centímetros que saltó en 1993 siguen imbatibles.

“Creo que hay muchos atletas que se han perdido en el camino, a lo mejor por la misma situación económica que tenemos en la actualidad”, le dice Sotomayor a BBC Mundo en su casa de La Habana.

Ya retirado del deporte, el titular del récord mundial de salto de altura se desempeña actualmente como representante del deporte cubano en el exterior.

“(Las circunstancias económicas) hacen de que los escenarios deportivos, más que todo en el atletismo, no sean los más adecuados. La falta de competencia o implementos deportivos ha hecho que haya decaído el nivel de atletismo en Cuba”, afirma.

Incluso tener una dieta balanceada, con todas las calorías diarias que necesita un atleta joven, puede ser difícil en Cuba.

Algunos atletas han salido del país atraídos por la posibilidad de entrenar en mejores instalaciones deportivas y conseguir contratos más lucrativos.

Por lo cual los expertos se preguntan de dónde va a salir el próximo oro olímpico para Cuba.

La respuesta podría estar en Lorenzo Martínez, de apenas 16 años.

A simple vista, es como cualquier otro quinceañero cubano con sus audífonos coloridos colgados del cuello y el corte de pelo “mohicano” de moda.

Pero Lorenzo es el actual campeón del mundo junior en triple salto y muchos ven en él a un futuro astro.

Lorenzo responde con risas la pregunta de si cambiaría Cuba por un lugar con mejores condiciones para el deporte o más dinero.

“No, no, nunca”, dice. “El pueblo cubano me ha dado todo. No hay necesitad de esto. Aquí es donde nací y me siento bien aquí. Aquí es donde he obtenido hasta hoy todos mis resultados”.

El entrenador de Lorenzo, Marcos Pérez, ha entrenado a varias generaciones de triplistas y él mismo era un atleta exitoso en su juventud. Ahora confía en que un programa del Estado para identificar y preparar a atletas juveniles rinda sus frutos en Río de Janeiro 2016.

Pero admite que los últimos años no han sido fáciles.

“Los entrenadores están muy capacitados”, dice Pérez. “Lo que nos hacen falta a nosotros son los recursos. Teniendo los recursos, ya nosotros podemos lograr lo que podemos tener”.

“Nosotros trabajamos con lo que hay, y creamos y sustituimos cosas. Pero están, por ejemplo, las pistas: una pista es muy costosa para Cuba, un país que está limitado de recursos. Entonces nosotros tenemos una sola pista: aquí”.

Los críticos dicen que, en general, la inversión en el deporte se ha deteriorado en Cuba, especialmente en la última década.

Para Javier Sotomayor, cuyo increíble récord de salto alto no ha podido ser igualado en 21 años, está claro que en el momento de su cumbre deportiva coincidió con uno de inversión en infraestructura y entrenamiento en Cuba.

“Los primeros años de nosotros, en lo que se podría decir el deporte ‘revolucionario’, a partir de los años 60, tuvimos mucho apoyo y la enseñanza del campo socialista allá en Europa, más que todo soviético. Pero tuvimos también búlgaros, húngaros, checos... En el caso mío, mi entrenador estuvo dos años preparándose como entrenador en la Unión Soviética”.

Con el colapso de la URSS, empezó una época de severa austeridad conocida como el Período Especial, durante el cual garantizar nueva infraestructura para el deporte no era una prioridad para el gobierno de la Isla.

En el estadio Panamericano de La Habana se notan las consecuencias de los años de falta de inversión.

La instalación, de la era soviética, cuenta con una de las pocas pistas sintéticas del país, pero necesita una renovación urgente. El potente sol caribeño ha endurecido y dañado la superficie. Además, las gradas también están descuidadas.

Mientras eso ocurre, Lorenzo abre su zancada en la pista despegada y dañada; tiene que tener cuidado para no lesionarse en los dos años que quedan antes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

A sus 16 años, todavía le falta mucho para replicar los logros de su ídolo, Javier Sotomayor. Pero quizás para los atletas juveniles de Cuba los obstáculos más grandes no estén en la pista.

© cubaencuentro

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