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Actualizado: 02/05/2024 23:14

Jurado, Trump, Juicio

Un juicio sin precedentes

Después de un riguroso interrogatorio para garantizar la imparcialidad, doce residentes de Manhattan fueron seleccionados para integrar el jurado en el primer juicio penal contra un presidente estadounidense

El juicio penal contra Donald Trump, expresidente número de Estados Unidos y el presunto candidato del Partido Republicano para las elecciones de noviembre, continuó el pasado viernes con el proceso de selección del jurado tras designarse a los seis miembros suplentes. Estos fueron elegidos de un total de 22 candidatos, después de un riguroso interrogatorio para garantizar la imparcialidad, y se suman a los doce titulares, siete hombres y cinco mujeres, previamente seleccionados. Entre los miembros elegidos figura una mujer de origen español que superó los filtros de idoneidad aplicados por el juez Juan Merchán, la fiscalía y los abogados defensores del exgobernante.

El juez ordenó que la identidad de estas doce personas sea confidencial durante el juicio y que los periodistas se abstengan de compartir información que permita identificarlos. Sin embargo, el diario The New York Times publicó que, conforme a las declaraciones hechas ante el tribunal durante los tres días de selección del jurado, esto es lo que se sabe sobre sus integrantes:

El jurado 1, quien presidirá el jurado, trabaja en ventas y vive en West Harlem. Comentó que le gustan las actividades al aire libre, lee las noticias de The New York Times y ve Fox News y MSNBC. Dijo haber escuchado algo sobre los otros casos contra el expresidente Donald Trump, pero afirmó que no tiene ninguna opinión sobre él.

El jurado 2 trabaja en el área de finanzas y vive en Hell’s Kitchen. Indicó que le gusta el excursionismo, la música, ir a conciertos y disfrutar la ciudad de Nueva York. Sigue en las redes sociales al antiguo abogado y colaborador de Trump, Michael Cohen, quien se espera que sea un testigo clave. Pero también comentó que sigue a figuras como la exasesora de Trump, Kellyanne Conway. Expresó que cree que Trump hizo algunas cosas buenas por el país y añadió que en todo “hay una de cal y otra de arena”.

El jurado 3 trabaja en el ámbito legal y vive en Chelsea. Dijo que no sigue de cerca las noticias, pero cuando lo hace lee los periódicos The New York Times y The Wall Street Journal y encuentra artículos en Google. Añadió que no está bien informado sobre los otros casos penales presentados contra Trump.

El jurado 4 es ingeniero y vive en el Upper West Side. Cuando le preguntaron cómo estaba durante la selección del jurado, respondió: “Me estoy congelando”. Asimismo, cuando un abogado le preguntó si tenía alguna opinión muy arraigada sobre Trump, respondió: “No, en realidad no”.

La jurado 5 trabaja en el campo de la educación y es de Harlem. Señaló que intenta evitar las conversaciones sobre temas políticos y no le interesan las noticias. Comentó que agradece la franqueza de Trump. “El presidente Trump dice lo que piensa”, dijo. “Prefiero a una persona así a alguien que ocupe un cargo público y que tú no sepas lo que hace tras bambalinas”.

La jurado 6 trabaja en tecnología y vive en Chelsea. Indicó que lee las noticias de The New York Times, Google, Facebook y TikTok. Afirmó que quizá tenga creencias distintas a las de Trump, pero “este es un país libre”.

El jurado 7 tiene un trabajo en el ámbito legal y vive en el Upper East Side. Declaró que está al tanto de los otros casos de Trump, pero no tiene una opinión sobre la personalidad del exmandatario. Comentó que tiene “opiniones políticas sobre la presidencia de Trump” y que concuerda con algunas de las políticas del gobierno de Trump y está en desacuerdo con otras.

El jurado 8 es del Upper East Side y desarrolló una carrera en finanzas. Dijo que lee The New York Times y The Wall Street Journal y ve CNBC y BBC. Disfruta la pesca con mosca, esquiar y hacer yoga. Durante la selección del jurado, expresó que no tiene ninguna opinión ni creencia que le impidan ser imparcial.

La jurado 9 trabaja en un entorno educativo y es del Upper East Side. Acerca de Trump, dijo que “fue nuestro presidente. Todos saben quién es”, y añadió que cuando estaba en el poder “todos hablaban sobre política”.

El jurado 10 es un empresario que vive en Murray Hill. Declaró que no sigue las noticias y añadió que, “si acaso leo algo, es The New York Times”. Pero comentó que le gusta escuchar podcasts sobre psicología conductual, lo cual dijo “es un pasatiempo”. Afirmó que no tiene ninguna opinión arraigada sobre Trump.

La jurado 11 es gerente de producto y vive en Upper Manhattan. Declaró que no tiene opiniones firmes sobre Trump, pero expresó: “No me gusta su imagen pública, cómo se comporta en público”. Y añadió: “Tampoco me gustan algunos de mis compañeros de trabajo, pero no trato de sabotear su trabajo”, lo cual provocó risas en la tribuna del jurado.

La jurado 12 trabaja en servicios de salud y vive en el Upper East Side. Indicó que le gusta la música en vivo y el excursionismo, además de que escucha podcasts religiosos.

Intento de “influir ilegalmente” en las elecciones

El juicio no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos: se trata del primer expresidente en enfrentar una acusación penal. Donald Trump, de 77 años, está siendo juzgado por un presunto pago que realizó a la actriz de cine porno Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016. Se hizo para suprimir información negativa, incluido un pago de 130 mil dólares, para silenciar a Daniels y que no aireara una relación que tuvo Trump con ella en el momento en que su esposa Melania estaba embarazada. Los fiscales alegan que el pago fue un intento de “influir ilegalmente” en las elecciones, en las que Trump acabó ganando a la demócrata Hillary Clinton.

El expresidente está acusado de 34 cargos que los 12 miembros del jurado deberán valorar en las próximas semanas. Trump se ha declarado inocente, argumentando que las acusaciones a las que se enfrenta tienen una motivación política.“Todos los juristas han dicho que este caso es una tontería, nunca debería haberse presentado, no hay ningún caso”, declaró a la prensa la semana pasada antes de ingresar al tribunal. “Este es un ataque a Estados Unidos y por eso estoy muy orgulloso de estar aquí”, añadió.

El juez del caso es Juan Merchán, magistrado de origen colombiano, quien el año pasado se hizo cargo de un juicio por fraude fiscal contra la Organización Trump. El exmandatario ha declarado que el juez “lo odia” y que debería apartarse del caso, algo que Merchán rechazó. Se espera que el juicio dure de seis a ocho semanas, lo cual puede ser una distracción para la campaña electoral de Trump.

Aparte del caso que se juzga por falsear los pagos a la actriz porno, Trump lidia con otras tres imputaciones criminales: el caso estatal de Georgia por el intento de revertir el resultado electoral del 2020 en ese estado, el caso federal del asalto al Capitolio del 6 de enero junto con el intento de cambiar el resultado electoral, que se juzga en Washington, y el otro caso federal de los papeles clasificados de Mar-a-Lago, el caso federal de los papeles clasificados de Mar-a-Lago, que lleva un tribunal de Florida.

En opinión de David Super, profesor de Derecho Administrativo y Constitucional de la Universidad de Georgetown, “el caso más serio es el de los papeles de Mar-A-Lago. Porque se le acusa de haber puesto en grave peligro la seguridad nacional de este país. Es uno de los cargos más graves que se pueden llegar a afrontar”. Sin embargo, Justin Levitt, exfiscal del Departamento de Justicia norteamericana y actual profesor de Derecho en la Universidad de California, no lo tiene tan claro: “Es como elegir cuál es el veneno más mortal entre tres venenos extremadamente peligrosos. La mala gestión, deliberada, de los papeles clasificados es extremadamente grave. Los otros dos casos (el de Georgia y el asalto al Capitolio) son dos intentos intencionados de derrocar la voluntad de los ciudadanos. Algo que en cualquier otro contexto lo llamarías un golpe de Estado”.

Tanto el caso de Georgia como el del asalto al Capitolio no tienen fecha prevista, mientras que el de Mar-a-Lago puede que para finales de mayo la juez acabe fijando el día de inicio del juicio. Todo dependerá del tiempo que le tome a la juez Aileen Cannon revisar las mociones presentadas por el equipo legal de Trump. “Esta juez ha sido la más proclive a emitir fallos extraños que benefician al expresidente. De hecho, fue nombrada por el mismo Trump, además de que es relativamente nueva en el tribunal. Es por ello que se trata del juicio que tiene menos probabilidades de avance”, expone Levitt.

La cuestión en este caso no sería tanto el hecho de si la sentencia se dicta antes de las elecciones, sino el hecho de que justo en medio de la campaña podría aparecer la foto de Trump sentado en el banquillo de los acusados por un caso criminal. Una imagen que, a pesar de ya se ha visto este mes, puede que tenga un mayor impacto en los votantes con los comicios a la vuelta de la esquina. Algo que podría repercutirle negativamente al líder republicano. Sobre esto, Levitt advierte: “Esto es parte de la razón por la cual digo que Trump cree que posponer los juicios le beneficia, pero este calendario puede ofrecer una visión muy diferente”.

© cubaencuentro

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