cubaencuentro.com cuba encuentro
| Opinión

El apoyo de las Américas al presidente Correa augura el destierro del caudillismo

El presidente de Ecuador marcó claramente su independencia respecto de la agresividad cubana y el populismo venezolano y boliviano en un momento muy definitorio

Comentarios Enviar Imprimir

América Latina se resiste a retroceder en el camino hacia la verdadera democracia, iniciado apenas varias décadas atrás, cuando las sangrientas dictaduras militares fueron eliminadas por la resistencia popular pacífica, referendos y elecciones. Sorprendentemente afrontó los efectos de la crisis económica mundial y avanza a ritmo notable. Sus mayores retos son los presidentes populistas, notablemente de Venezuela y Bolivia, nutridos por el decadente totalitarismo de Cuba, así como la narco guerrilla, las mafias de narcotraficantes, y quienes realizan conspiraciones e intentos de golpes de Estado ante su incapacidad de renovarse e imponerse en las urnas frente a los aspirantes a eternos “dictadores democráticos”, que han sabido engatusar sufridos pueblos y utilizar los mecanismo electorales para su provecho.

El fallido golpe de Estado en Venezuela y, sobre todo, el ejecutado con chapucero viso institucional en Honduras sentaron malos precedentes. Los mecanismos de integración han progresado hasta llegar a la creación de UNASUR, que incipiente y en fase de definiciones, tuvo su gran bautismo de fuego el 30 de septiembre, cuando su convocatoria urgente reunió en sólo unas horas a los Presidentes latinoamericanos, con la excepción de Lula por las elecciones y Lugo, muy enfermo. Conmocionados por el aún confuso intento de golpe de Estado y el peligro de magnicidio contra Rafael Correa en Ecuador, se encontraron en Argentina para condenarlo y respaldar a su par. Incluso enviaron a sus Cancilleres a Quito para acompañarlo. Perú y Colombia habían reaccionado inmediatamente con el cierre de las fronteras, a pesar de sus serias discrepancias con el vecino, que aún mantiene rotas las relaciones diplomáticas entre Quito y Bogotá. No faltaron, por supuesto, las declaraciones oportunistas e inflamadas de Chávez y Evo.

Pero evidencia de los nuevos tiempos está siendo el marcado interés de los dignatarios latinoamericanos en demostrar distancia respecto a los dirigentes de Cuba, por supuesto con excepción del venezolano y el boliviano. Las recientes Reflexiones de Fidel Castro denotaban su intención de caldear el ambiente democratizador prevaleciente en América Latina, fortalecer el papel de Hugo Chávez, maltrecho luego de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, y reivindicar a Piedad Córdova. Sin embargo, no ayudó a la senadora colombiana, al defender al mismo tiempo a las FARC, glorificar al fallecido Manuel Marulanda —Tiro Fijo—, y calificar de burdo y bochornoso asesinato la muerte del jefe militar narco-guerrillero Jorge Briceño —Mono Jojoy. Según sus Reflexiones del 30 de septiembre, los líderes latinoamericanos con más prestigio son Chávez y Evo, y Obama y Clinton no tendrían más alternativa que condenar el golpe de Estado en Ecuador.

Inclusive la Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el intento de golpe de Estado en Ecuador, leída por el Canciller Bruno Rodríguez “por instrucciones del Presidente” ante corresponsales extranjeros convocados con urgencia, contiene las opiniones de Raúl Castro más agresivas hasta el momento: “Emplazo al gobierno de los EEUU, a que se pronuncie contra el golpe de Estado. Su vocero sólo ha dicho que ‘sigue de cerca la situación.’ Una omisión en ese sentido lo haría cómplice del intento de golpe.” Ya por entonces se conocía la condena de Hilary Clinton y la votación unánime en la OEA.

Muy elocuentes fueron las palabras del presidente Rafael Correa, inmediatamente después de su liberación del secuestro por la Policía en el hospital, al agradecer a José Luis Rodríguez Zapatero ―implícitamente un mensaje a la gran comunidad ecuatoriana en España―, y otros homólogos latinoamericanos y mundiales, que no a Chávez ni Evo. Fidel y Raúl Castro no sonaron en su voz, y ni siquiera una referencia a Cuba.

El ecuatoriano marcó claramente su independencia respecto de la agresividad cubana y el populismo venezolano y boliviano en un momento muy definitorio para las fuerzas políticas de su país y la comunidad internacional. Con cultura y fogueo internacional antes de llegar a la presidencia, su inmensa aspiración de trascender es pragmática y técnica. Afronta una situación política complicada y una coyuntura económica que difícilmente le permitirá sustentar todas sus promesas a las capas pobres. Si bien ha contado con el apoyo popular y de las fuerzas armadas, sabe que está encima de un polvorín con el antecedente de constantes defenestraciones de Presidentes. Muy significativa ha sido su afirmación de que los Estados Unidos no estuvieron vinculados a la peligrosa revuelta policial, correspondida por palabras de apoyo a Correa del presidente Barack Obama; y su reconocimiento a las expresiones solidarias de Juan Manuel Santos, lo que posibilita la normalización de las tensas relaciones entre Ecuador y Colombia.

La unidad de las Américas en apoyo al presidente Correa augura el destierro del caudillismo y la impunidad, aunque todavía hay mucho que transitar y tendrá que defenderse la justa aplicación del sistema jurídico. Esto deberá velarse ahora en Ecuador al juzgar a los instigadores del golpe de Estado y el intento de asesinato al Presidente, a fin de que no se aproveche para eliminar adversarios incómodos, se respeten los derechos humanos y la democracia se afiance.

También es una demostración a los dirigentes cubanos del rechazo a la violenta confrontación verbal o armada y a la intromisión en los asuntos internos, así como la pérdida de su influencia en el área, donde incluso ya son apreciados como compañías perjudiciales. El Gobierno de Cuba aún tiene oportunidad de adecuarse a los nuevos tiempos y abrirse sinceramente a su pueblo y al mundo.


Los comentarios son responsabilidad de quienes los envían. Con el fin de garantizar la calidad de los debates, Cubaencuentro se reserva el derecho a rechazar o eliminar la publicación de comentarios:

  • Que contengan llamados a la violencia.
  • Difamatorios, irrespetuosos, insultantes u obscenos.
  • Referentes a la vida privada de las personas.
  • Discriminatorios hacia cualquier creencia religiosa, raza u orientación sexual.
  • Excesivamente largos.
  • Ajenos al tema de discusión.
  • Que impliquen un intento de suplantación de identidad.
  • Que contengan material escrito por terceros sin el consentimiento de éstos.
  • Que contengan publicidad.

Cubaencuentro no puede mantener correspondencia sobre comentarios rechazados o eliminados debido a lo limitado de su personal.

Los comentarios de usuarios que validen su cuenta de Disqus o que usen una cuenta de Facebook, Twitter o Google para autenticarse, no serán pre-moderados.

Aquí (https://help.disqus.com/customer/portal/articles/960202-verifying-your-disqus-account) puede ver instrucciones para validar su cuenta de Disqus y aquí (https://disqus.com/forgot/) puede recuperar su cuenta de un registro anterior.