Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Modelo cubano, Exilio, Actualización

¿El Quinto Regimiento?

Antes se esgrimían ideales para organizar la realidad, pero ahora a los especialistas que llevan a cabo la actualización del modelo parecería que lo único que les importa es el cash

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Si me quieres escribir
Ya sabes mi paradero
En el frente de Madrid
Primera línea de fuego
Canción republicana. España, 1938.

¿Se acuerdan de Magda Montiel Davis, cuando fue a La Habana en 1994 y le tomaron un video[1] —que “alguien”[2] filtró desde el Palacio de Convenciones— mientras ella hablaba con Fidel Castro en la primera conferencia de La Nación y la Emigración?

Mil novecientos noventa y tres había sido un año caliente y también el 94, dos calientes veranos de doce meses en pleno periodo especial, con apagones programados de ocho horas a cualquier hora cuando se paraban los ventiladores en la noche, los mosquitos empezaban a planear por la habitación donde se sudaba y faltaba el jabón en el baño donde a lo mejor tampoco había agua. Mientras, Miami festejaba. En noviembre de 1995 hubo la segunda conferencia, y ninguna otra igual hasta 2004. En marzo de 1996, Clinton había firmado la Helms-Burton.

Sin embargo, las conferencias lograron algo. Ideadas para empezar-a-intentar-resolver problemas históricos entre el Gobierno cubano y el exilio, querían ser como un preámbulo para la distensión

con Washington, y muchos de aquellos exiliados, reconvertidos en emigrados, arrimaron el hombro para ayudar a su país o al Gobierno cubano, depende de cómo usted quiera mirarlo. Pero así pasó. Llevaban diversas tendencias políticas entre ellos, aunque para Miami todos fueran lacayos de Castro. Los acosaron y los vituperaron, pero lo arrimaron.

Toneladas de arroz y frijoles llegaron a la Isla como cargadas por corsarios, se multiplicaron las agencias de envíos a Cuba, floreció la industria de los vuelos chárter que benefició con muchísimos millones las arcas del Gobierno de La Habana, (entre otras maromas de la solidaridad); dinero contante y sonante, cabildeos pro Cuba; apoyos a la Revolución, siempre bajo ataque. Aquellos antiguos exiliados, en su nueva encarnación de emigrados, ayudaron con ilusión y lealtad.

Lo que nos trae a este verano de 2016 cuando parece imprescindible importar constructores indios en La Habana. Se les ve en la foto con sus hermosos uniformes de trabajo, bajándose de un autobús, muy cerca de la estatua de Martí. Resultará que en toda Cuba no hay doscientos nacionales que sudaron cuando niños en aquellos veranos del periodo especial y quisieran ahora trabajar. Cuba, ese país donde reina la capacitación y la igualdad. Cuba, ese país donde 200 cubanos se ganarían el derecho digno a $1.600 mensuales para gastárselos de todas formas en los servicios y tiendas del Estado. Cuba, ese país que prefiere que los obreros indios se los gasten en Mumbai. Mi Cuba, ese país donde hoy por hoy es artículo de fe para el funcionario la aséptica urticaria en contra del “enriquecimiento” de su pobre compatriota, mientras lo colma la serenidad cuando la plata se la gana un extranjero. ¿Cómo será la actualización definitiva del modelo? En 2030, ¿quiénes ocuparán en mi Cuba las mansiones?

American, Southwest Airlines y Jet Blue. Para que cobren los precios que se anuncian, a las líneas aéreas americanas que volarán a Cuba los negociadores cubanos deben de haberle bajado el derecho de aterrizaje a cantidades irrisorias comparados con los $148 por pasajero que les cobran a los chárteres cubanos. Algo muy parecido parece haber beneficiado a otros dos empresas chárter: Cuba Travel Services y Havana Air, administradas por norteamericanos, Michael Zuccato y Marc Elías, quienes han podido irse en ocasiones por debajo de los precios del mercado. Estos chárteres aterrizaron al negocio de los vuelos a Cuba mucho después de aquellos tiempos calientes, y al menos uno de los propietarios mantiene posiciones de influencia a un altísimo nivel en la jerarquía cubana. En el socialismo próspero y sostenible al que aspira con determinación el partido comunista, ¿las reglas serán las mismas para todos?

Antes se esgrimían ideales para organizar la realidad, pero ahora a los especialistas que llevan la actualización del modelo entre manos o entre piernas parecería que lo único que les importa es el cash.

Deleite negociando con importantes extranjeros, reciclaje neo socialista de aquella “burguesía compradora” de la que tanto le habló Mao al Che. Satisfacción tecnócrata cuando alternan con el forastero millonario.

¿Empezarán algún día a bajar a los mártires y los guerrilleros de los pedestales o al menos a calcular cuál es el exacto balance económico de mantener su retrato en la pared?



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