Asad intensifica la represión en Siria

Las fuerzas sirias se desplegaron el jueves en regiones del sur para reforzar el control en otras dos ciudades, ampliando una ofensiva del Ejército para aplastar las protestas contra el presidente Bashar el Asad.

Pese a que Asad prometió reformas con la esperanza de aliviar la disidencia, los tanques avanzaron en las localidades sureñas de Dael, Tafas, Jassem y Al Harra antes del viernes, el día musulmán de oraciones que se ha convertido en la principal jornada de las revueltas árabes.

Un grupo de periodistas con sede en Ginebra dijo que las tropas han matado a 700 personas y acorralado a miles más mientras atacaban indiscriminadamente varias ciudades durante una represión que casi dura ya dos meses, el mayor desafío a los 11 años del gobierno autoritario de Asad.

Las oraciones del viernes ofrecen a los sirios la única oportunidad de reunirse en grandes grupos, lo que facilita las manifestaciones. Esta semana será una prueba particularmente importante después de que el Gobierno dijera que había acabado con las revueltas en su mayor parte.

Asad ha desplegado sus tanques en áreas de la costa siria, la región central de Homs, fuera de la ciudad de Hama hacia el norte y ahora también a lo largo de la llanura de Hauran en el sur, regiones que cubren grandes franjas del país de 20 millones de habitantes.

La agencia de noticias oficial SANA dijo que unidades del ejército están persiguiendo a “grupos terroristas armados” apoyados por agitadores islamistas y extranjeros, a quienes las autoridades responsabilizan por la violencia.

El Gobierno dice que alrededor de 100 soldados y policías han muerto, incluyendo dos el miércoles en las ciudades de Homs y Deraa.

Los periodistas extranjeros tienen prohibida la entrada en el país, lo que dificulta confirmar independientemente los hechos.

La Comisión Internacional de Juristas (ICJ), con sede en Ginebra, dijo que las informaciones que había recibido de abogados y grupos de derechos humanos en el país que decían que los ataques a civiles equivalían a crímenes contra la ley internacional.

“Más de 700 personas presuntamente han muerto ilícitamente y cientos han sido objeto de desapariciones forzosas”, dijo. “EL ICJ continúa recibiendo información creíble que los cadáveres han sido abandonados en la calle durante días y a los heridos se les bloqueó el acceso a instalaciones médicas”.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo que Washington y sus aliados harían que el Gobierno de Asad respondiera por la “brutal represalia” contra los manifestantes y podría endurecer las sanciones, pero no llegó a decir que Asad debería dejar el poder.

Washington y sus aliados europeos han sido criticados por su tibia respuesta a la violencia en Siria, en contraste con Libia donde están llevando a cabo una campaña de bombardeos aéreos que afirman que no acabará hasta que Muamar el Gadafi abandone el poder.

EEUU y Europa han impuesto hasta la fecha sanciones económicas a una serie de altos cargos sirios, que no incluyen al propio Asad.

“El presidente Asad afronta un aislamiento cada vez mayor y continuaremos trabajando con nuestros socios internacionales en la UE y otros lugares sobre pasos adicionales para que Siria se responsabilice de sus graves abusos a los derechos humanos “, dijo Clinton.

Cuando se le preguntó si Asad había perdido su legitimidad para gobernar, Clinton objetó, pero Washington observaba “con gran consternación y preocupación mientras los eventos se desarrollan bajo gobierno”.

El levantamiento contra el autoritario Gobierno de Asad comenzó el 18 de marzo en la estratégica región de Hauran, que limita con los Altos del Golán ocupados por Israel en el oeste y con Jordania en el sur.

Un abogado en Hauran dijo que cientos de personas fueron arrestadas en la zona desde el miércoles. Según un activista de derechos humanos 13 personas murieron el miércoles cuando los blindados abrieron fuego contra viviendas en Harra, a unos 60 kilómetros al noroeste de Deraa.

No hubo comentarios inmediatos de las autoridades sirias.

En la asediada ciudad costera de Banias y en el pueblo cercano de Baida las fuerzas de seguridad arrestaron a decenas de residentes el jueves, dijeron dos organizaciones de derechos humanos en Siria.

En Homs, las fuerzas de seguridad arrestaron el jueves al veterano defensor de los derechos humanos Naji Tayara, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Tayara ha sido un abierto crítico de la incursión militar en barrios residenciales de la ciudad, donde se ha intensificado el movimiento de protesta contra Asad.

Una importante área residencial de Homs permanecía bloqueada por las fuerzas de seguridad después de ser bombardeada por tanques el miércoles y al menos cinco personas murieron, según una testigo.

“Pasé por un gran bloqueo en la principal entrada a Homs cerca de la autopista a Damasco. Agentes de seguridad armados estaban pidiendo los nombres y me preguntaron qué tenía que hacer en Homs”, dijo una mujer que viajó desde Damasco para visitar a familiares.

Asad respondió a los disturbios con promesas de reforma. Entre otras medidas, le otorgó la ciudadanía a los kurdos desplazados y levantó el estado de emergencia después de 48 años.

Pero grupos de los derechos humanos dicen que desde entonces hubo miles de arrestos y ataques físicos contra manifestantes. Al menos 650 civiles murieron en la represión, dicen.

El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, criticó esta semana el uso de la fuerza por parte de Siria “porque no están disparando contra un grupo armado (...) sino contra el pueblo en este caso”. Erdogan dijo que la cifra de muertos era de 1.000.

En inusuales comentarios públicos, el jefe del servicio de seguridad interna de Israel, o Shin Bet, dijo que Siria quedará “empapada con sangre” como resultado de las manifestaciones.

Yuval Diskin citó el miércoles el hecho de que Asad, de la secta minoritaria alauí, gobierna un país de mayoría musulmana suní.

“La minoría está luchando por su vida. Por eso recurrirá a casi cualquier medio para sobrevivir. Estoy convencido, sin embargo, que será muy difícil apagar este fuego”, enfatizó.

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