Chávez encara un creciente conflicto laboral

El presidente venezolano, Hugo Chávez, encara este año crecientes protestas de trabajadores estatales que podrían traer problemas a la economía, mientras la baja en los precios petroleros afecta el Producto Interno Bruto y obliga a recortar gastos, informó Reuters.

Sindicatos de sectores desde salud y educación hasta la vital industria petrolera demandan que el gobierno socialista, principal empleador del país, aumente salarios y compensaciones a pesar del creciente déficit de ingresos.

Chávez ha mantenido tensas relaciones con los sindicatos, que dice tienen demasiados privilegios, pero ha sido hábil en mantener a raya el problema, incrementando salarios durante los cinco años del boom petrolero.

Un poderoso sindicato vinculado con la oposición ha perdido influencia en el mandato de Chávez, pero el auge de protestas podría afectar el funcionamiento de servicios operados por el Estado, como electricidad, telecomunicaciones, escuelas y hospitales.

"La crisis económica le va a pegar a Venezuela y no puede ser que los trabajadores terminen pagando los platos rotos", dijo Orlando Chirino, líder sindical que apoya a Chávez pero critica abiertamente al gobierno. "Sin duda alguna vamos a ver un aumento en la conflictividad laboral este año", acotó.

Las manifestaciones también vienen de los petroleros, que han reclamado por meses a la estatal PDVSA el retraso en la discusión del contrato colectivo. Además, reaccionaron agriamente cuando el ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo que no recibirían aumentos o bonos este año.

Una paralización de toda la industria es improbable, pero continuas y esporádicas protestas de trabajadores de PDVSA y decenas de miles de contratistas podrían debilitar la producción de crudo, que analistas dicen ya está en declive.

"El Estado obviamente tiene un problema de flujo de caja, de forma que no tiene como seguir comprando estabilidad laboral", dijo Luis Vicente León, de la encuestadora privada Datanálisis.

Recientemente, otros trabajadores estatales han exigido incremento salarial para enfrentar la galopante inflación del país, que cerró en 30,9 por ciento el año pasado.

Empleados de telefónica CANTV, nacionalizada dos años atrás, demandan aumentos de sueldo sobre la inflación, con el argumento de que las sólidas ganancias reportadas por la firma le darían recursos para eso.

El sector eléctrico ha sufrido crónicos problemas laborales desde que Chávez lo nacionalizó en 2007. Así como pagos retrasados, los empleados demandan mejoras en las condiciones de trabajo después de años de poca inversión que provocaron inéditos apagones el año pasado.

Chávez y los sindicatos

Las federaciones sindicales tradicionales tuvieron poder por años gracias a sus lazos con la ahora desacreditada dirigencia política antecesora de Chávez, pero su influencia ha languidecido en la última década.

El alcance de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la otrora mayor fuerza sindical del país, se achicó mientras algunas empresas desaparecieron y creció la influencia de los sindicatos "chavistas".

Pese a su retórica en favor de los trabajadores, el "socialismo del siglo XXI" de Chávez no está cercanamente atado a movimientos laborales y recientemente el mandatario dijo que los sindicatos debían desaparecer en su autoproclamada revolución.

Su mayor apoyo viene de la mayoría pobre, que usualmente tiene trabajos informales sin filiación sindical.

Pero una ola nacionalizadora hace dos años fortaleció el rol de empleador del Estado al absorber firmas de cemento, acero y telecomunicaciones y crear un nuevo cuadro de empleados públicos, que frecuentemente reciben mejores beneficios que los del sector privado.

La estatal PDVSA ha aumentado más del triple su nómina permanente, a cerca de 75.000 empleados desde 2003, de acuerdo con cifras de la firma, y ahora prevé sumar unos 4.000 con la nacionalización de algunas empresas de servicios petroleros.

En días recientes, posiblemente en respuesta a las crecientes tensiones, Chávez reiteró promesas de atender los reclamos.

"Hasta donde los recursos nos alcancen, tengan la seguridad que vamos a seguir aumentando los beneficios de los trabajadores", dijo Chávez la semana pasada en un acto con jóvenes socialistas.

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