EE UU cambia su estrategia hacia Afganistán y tiende la mano a los talibanes que abandonen el extremismo

Después de años de combates en Afganistán, Estados Unidos, principal actor de conflicto con los talibanes, y otros vecinos de la zona, como Irán, han lanzado mensajes muy distintos a los escuchados durante los ocho años de la Administración de George W. Bush, informó el diario español El País.

Ante más de 90 delegados de países e instituciones internacionales, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tendió la mano a aquellos talibanes que estén dispuestos, según sus palabras, a abandonar el extremismo.

"Debemos apoyar los esfuerzos del gobierno afgano para separar a los extremistas de Al Qaeda y los talibanes de aquellos que quieren salir de esa convicción, pero sin desesperar", dijo Clinton en La Haya, donde asiste a una conferencia de un día, organizada para fortalecer las medidas internacionales que permitan la estabilización de la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán.

"Se les debería ofrecer una honorable manera de reconciliación y reintegración dentro de una sociedad en paz, siempre que quieran abandonar la violencia, romper con Al Qaeda, y apoyar la constitución", añadió la funcionaria estadounidense.

Las palabras de la nueva responsable de Exteriores estadounidense cambian por completo los mensajes lanzados por el gobierno de Bush, que evitó desde el inicio del conflicto armado con los talibanes cualquier reconciliación con ellos.

Durante el viaje a La Haya, Clinton dijo a reporteros que la acompañaban que el gobierno de Barack Obama ha eliminado de su lenguaje la frase "guerra contra el terrorismo".

"Yo creo que eso habla por sí mismo", afirmó la secretaria de Estado, según Reuters.

El enfoque de la Administración Obama ofrecería un nuevo horizonte. El presidente estadounidense ha rediseñado la estrategia hacia el país centroasiático con el envío de más militares para entrenar a las fuerzas afganas y de civiles para impulsar el desarrollo de las instituciones, indicó El País.

El significativo incremento de recursos económicos y soldados en Afganistán y Pakistán forma parte de la estrategia, que tiene como objetivo la derrota de Al Qaeda y sus aliados, pero además incorpora un enfoque más social y político del conflicto (cooperantes civiles, ayuda humanitaria, lucha contra la corrupción), y trata de encuadrarlo en un marco de responsabilidad regional e internacional. Tanto Afganistán como Pakistán se han mostrado de acuerdo con el plan de Washington.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, dio la bienvenida a la nueva estrategia de Washington hacia su país y pidió la colaboración de sus vecinos regionales Pakistán e Irán para acabar con el terrorismo.

"Doy la bienvenida al creciente reconocimiento de que sin una verdadera cooperación de los vecinos de Afganistán, la victoria sobre el terrorismo no puede ser asegurada", dijo ante los delegados de países e instituciones internacionales que asisten a la conferencia.

Por su parte, Teherán está "preparado para ayudar en proyectos de lucha contra el tráfico de drogas en Afganistán", según dijo el viceprimer ministro iraní, Medhi Ajundzadech, que encabeza la delegación de su país.

El funcionario afirmó que Teherán no comparte el despliegue militar diseñado por la OTAN.

"La presencia de tropas extranjeras no ha mejorado las cosas en el país y parece que un incremento en el número de fuerzas extranjeras no será efectivo", afirmó.

La conferencia de La Haya se realiza bajo el auspicio de la ONU.

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