El informe del primer año de gestión de Correa suscita reacciones encontradas

El informe del primer año de gestión del presidente Rafael Correa provocó el miércoles reacciones polarizadas entre los ecuatorianos, y una encuesta reveló que el mandatario registra una aprobación del 57%, con tendencia decreciente, informó la AP.

El presidente del Consejo de Cámaras de la Producción, Patricio Donoso, señaló a la AP que "la economía se ha tomado una valium (calmante) en 2007", al evaluar lo que consideró como un pobre desempeño en esa área por parte del gobierno.

Según Donoso, el gobernante no hizo referencia a "la disminución sustancial" que tuvo el país en 2007 en cuanto a nuevos proyectos e inversión.

"Tampoco mencionó que somos el país de menor crecimiento económico de América Latina (2,67%)", dijo Donoso.

Añadió que esa situación se generó debido a un año de serias confrontaciones en el plano político "lo que incidió en la falta de certidumbre para la inversión, y al haber menos inversión se ha generado pérdidas de fuentes de trabajo y empleo".

Correa, que impulsa "el socialismo del Siglo XXI", presentó el martes ante la Asamblea Constituyente el informe de su primer año de gobierno, en el que afirmó que 2007 "ha sido un año extraordinario" y que en 2008 Ecuador "cambiará definitivamente".

La empresa de encuestas Cedatos-Gallup, reveló que "la tendencia a la baja de la aprobación al presidente que se registró en diciembre de 2007 se acentuó en las últimas semanas, situándose en un 57% el 14 de enero de 2008, indicador con el cual cierra su primer año de gestión".

Correa inició su mandato en enero de 2007, con un 73% de aprobación.

La encuesta se realizó entre el 10 y 14 de enero con base en una muestra de 1.291 ciudadanos de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta y Portoviejo. Tiene un nivel de confianza del 95% y un margen de error de +/-5%.

El analista Alexei Páez dijo a la AP que el presidente ostenta un liderazgo "enormemente fuerte".

Añadió que no ve "que exista otro factor de poder más importante que el presidente", quien prácticamente ha desarticulado a la oposición.

La oposición "es fundamental, es necesaria, es urgente, pero una oposición sensata, racional, una oposición que asuma el hecho de que se ha agotado un sistema institucional y que la propuesta del presidente es de transformación radical de la institucionalidad, lo que tiene consenso en la población", dijo.

El ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, afirmó a un canal de televisión, que el trabajo de Correa en comparación "con gobiernos pasados, es exitoso si vemos la política social, el área educativa".

Por su parte, la asambleísta Mae Montaño, del partido UNO, de oposición, criticó en la red de televisión Ecuavisa que Correa no diera algún "indicador para saber si se ha reducido la pobreza en el país (…) cuántos ecuatorianos accedieron a servicios básicos, si se generaron nuevas oportunidades reales de empleo".

Desde el 29 de noviembre funciona una Asamblea Constituyente, que cuenta con 80 asambleístas del oficialismo de un total de 130, por lo que se espera que la nueva carta magna, que debe ser presentada en mayo, recoja las principales aspiraciones del gobierno.

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