El Parlamento concluye paralizado el año legislativo

El Congreso de Nicaragua concluyó este lunes su año legislativo paralizado e inmerso en una profunda crisis política, por la pugna entre el gobernante Frente Sandinista y la oposición liberal por los resultados de los cuestionados comicios municipales de noviembre, informó la AFP.

La ceremonia del cierre del período de sesiones se efectuó con la ausencia formal de los diputados de la oposición (que no se registraron como presentes en la sesión), mientras un grupo de ellos realizó una protesta ante los invitados del cuerpo diplomático, miembros del gabinete de gobierno y de otros poderes de Estado.

Mientras el presidente del parlamento, el sandinista René Núñez, leía el informe anual, diputados opositores desplegaron en el estrado una manta en la que se leía: "elecciones fraudulentas-pueblo exige el recuento" de votos.

La manta posteriormente le fue entregada al presidente del Consejo Supremo Electoral, Roberto Rivas, presente en la ceremonia, quien la tomó e inmediatamente la colocó sobre la mesa.

Ni los diputados del oficialismo ni de las bancadas opositoras —que pretenden anular las elecciones municipales del 9 de noviembre—, han logrado reunir los 47 votos necesarios para tener quórum y aprobar leyes, por lo que varios proyectos, incluido el de presupuesto 2009, están paralizados.

Núñez, quien alega que los temas electorales no son de competencia del Parlamento sino del Consejo Electoral, responsabilizó a los diputados de la oposición por la parálisis del Congreso e insistió en los llamados a éstos para reanudar las labores legislativas.

"Como hacedores de leyes y respetuosos de la Constitución vamos a respetar este precepto constitucional" de no invadir el ámbito de otros poderes de Estado, como el Consejo Electoral, argumento Núñez.

Durante la ceremonia la oposición entregó una carta firmada por 46 diputados dirigida al pueblo y la comunidad internacional, en la que aseguran que sólo se reincorporarán a sus labores cuando un proyecto de ley de nulidad de las elecciones municipales sea incluido en la agenda legislativa.

También desestimaron cualquier convocatoria a sesionar que haga el presidente del Congreso sin previo acuerdo con la directiva parlamentaria, en la que la oposición tiene cuatro de los siete miembros.

"Cualquier reunión que pretendidamente se quiera celebrar como Sesión Plenaria, en virtud de estas convocatorias ilegales, cualquier acto jurídico que emane de éstas, carecen de validez legal alguna, independientemente del número de diputados que participen en ellas", señala la misiva.

En su informe, Núñez dijo que durante esta legislatura fueron aprobadas 31 leyes, 253 decretos, así como préstamos y convenios por 233,8 millones de dólares.

No obstante, por la interrupción de las labores legislativas quedaron pendientes de aprobar seis convenios y contratos de préstamos por 108 millones de dólares, destacó.

Las actividades legislativas tendrían que reanudarse el 9 de enero, previa elección de un nuevo directorio, lo que anticipa nuevas pugnas por obtener su control entre ambos bandos.

La oposición, aunque es mayoritaria en el Congreso, no logra unificarse para enfrentar al Frente Sandinista del presidente Daniel Ortega, lo que le dificulta sacar adelante su propia agenda legislativa.

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