El Senado checo aprueba el Tratado de Lisboa. El presidente dice que no lo ratificará

La cámara alta del Parlamento checo aprobó el miércoles el Tratado de Lisboa, para la reforma de la Unión Europea, poniendo la presión sobre los irlandeses, que decidirán sobre el texto en un referendo previsto para el otoño boreal, informó Reuters.

El presidente checo, Vaclav Klaus, aseguró que no ratificará el tratado hasta que los irlandeses, que votaron por el "no" el año pasado, se muestren a favor del "sí".

El Tratado de Lisboa pretende agilizar el proceso de toma de decisiones en la UE, que ha pasado de 15 a 27 Estados miembro desde 2004, además de darle un presidente a largo plazo, un representante en política exterior con más peso y eliminar el poder de veto para algunas decisiones.

Este tratado fue ratificado ya por 23 países.

Klaus, que siempre se ha opuesto a una mayor integración europea, dijo que no firmará el tratado que ya había aprobado la Cámara baja, a la espera de un recurso ante el tribunal más importante del país y de la votación en Irlanda.

Pero el resultado en el Senado supone un claro impulso al tratado.

"Con la votación, el Parlamento ha indicado claramente que la República Checa quiere continuar desempeñando un papel central en el proceso de integración europea", dijo la viceprimera ministra, Alexandr Vondra.

Klaus y algunos diputados del partido gobernante de derecha Demócratas Cívicos dicen que el texto reduce la soberanía nacional y que es un paso hacia un superestado europeo.

Klaus contra el tratado

El presidente ha dicho que esperará a que un grupo de senadores que se oponen a una mayor integración en el bloque presente un recurso constitucional y a que los jueces se pronuncien. El Tribunal ya se mostró a favor del texto en una ocasión.

"El Tratado de Lisboa está muerto por el momento. Está muerto porque fue rechazado en un referéndum en un Estado miembro. Por lo tanto, una ratificación de este tratado no está en la agenda en este momento", dijo Klaus a periodistas.

El presidente checo pretende reforzar el bando del "no" en Irlanda de cara al referendo, según analistas. El año pasado dijo que no sería el último hombre en Europa que se interpusiera en el camino del tratado.

Al texto le falta aún la firma del presidente polaco, Lech Kaczynski, y la ratificación de Alemania, donde también afronta un recurso ante el Tribunal Constitucional. No entrará en vigor hasta que los 27 Estados miembro de la UE lo ratifiquen.

"Creo que hoy estamos mucho más cerca de conseguir hacer pasar este tratado y aplicarlo", dijo la canciller alemana, Angela Merkel.

"Ahora tenemos la oportunidad de hablar con el gobierno irlandés en junio sobre cómo se puede celebrar un segundo referéndum", añadió.

El presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, se mostró optimista ante el referendo irlandés tras la decisión del Senado checo, y agregó que cree que Klaus firmará el tratado.

El saliente primer ministro checo, Mirek Topolanek, firmó el tratado argumentando que aprobarlo era mejor que arriesgarse a una erosión de la cohesión europea, que expondría al antiguo país comunista a la influencia rusa.

© cubaencuentro.com