Fracasa el intento de diálogo entre La Paz y Sucre y se agrava la crisis política
El presidente boliviano, Evo Morales, fracasó este lunes en su intento de resolver la prolongada disputa entre las ciudades de La Paz y Sucre por ser la capital plena, lo cual ahondó la ya muy profunda crisis política del país, informó EFE.
A una cita convocada por Morales en la ciudad central de Cochabamba acudieron delegados del gobierno, de La Paz y de partidos y asociaciones oficialistas, pero no de los movimientos sucrenses que reclaman desde hace 20 días que su ciudad vuelva a ser sede del gobierno y el parlamento, y exigen dialogar allí.
El fracaso de la reunión, en la que insistió Morales pese al rechazo de Sucre, agrava la crisis política boliviana, que ha incluido en las últimas semanas batallas a puñetazos y patadas en el Congreso, manifestaciones violentas en Sucre y crecientes insultos y ataques entre oficialistas y opositores.
También huelgas regionales y judiciales, peticiones de renuncia de Morales y la paralización de la Asamblea Constituyente, a lo que se sumó este lunes otro conato de enfrentamiento violento entre dos grupos de cocaleros, ambos afines al mandatario.
Productores y comercializadores de hoja de coca, producto base para elaborar la cocaína, ocuparon calles del centro de La Paz, en una pelea por el control del mercado, y se lanzaron acusaciones de narcotráfico.
La policía tuvo que interponerse para que los cocaleros, sector que es uno de los bastiones electorales de Morales, no llegaran a los golpes.
El prefecto (gobernador) de Cochabamba, el opositor Manfred Reyes Villa, reiteró su petición de que renuncie Morales, a quien acusa de incapaz y autoritario y de llevar a Bolivia a la guerra civil.
Respecto a la capital, los líderes del departamento sureño de Chuquisaca, cuya cabecera es Sucre, confirmaron que no asistirían a la mesa de negociaciones instalada por el gobierno, porque, a su juicio, no hay "un proceso de diálogo franco".
El rector universitario Jaime Barrón, presidente del comité que aglutina a las entidades que piden que el Ejecutivo y el Legislativo vuelvan de La Paz a Sucre, dijo que Morales sólo pretende dialogar sobre el desarrollo de esa región, "sin tocar el tema de la capitalidad".
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, prometió "perseverar" en el diálogo y ofreció a Sucre la sede de instituciones nuevas que cree la Constituyente y algunas sesiones legislativas.
Los chuquisaqueños, con el apoyo de otros cinco de los nueve departamentos bolivianos, acusan a Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), de favorecer a La Paz en el conflicto, por pedir a la Constituyente no estudiar dónde deben residir los poderes del Estado.
"Es hora de que vengan a Sucre, porque hay problemas en Sucre, y no tiene que tratarnos como si fuéramos delincuentes (...) Ellos quieren abrir el diálogo, pero mandan miles de campesinos para sitiar a Sucre", dijo Barrón.
El gobierno ha anunciado que reunirá en Sucre el próximo 10 de septiembre a 100.000 indígenas, campesinos y cocaleros afines a Morales.
El ex presidente Jorge Quiroga, líder de la alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos, derecha), dijo que el gobierno debe ir a dialogar a Sucre, como en otras ocasiones en las que buscó soluciones donde se produjeron los conflictos.
Quiroga señaló que la actitud inflexible del gobierno se debe a que Morales recibe recomendaciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para buscar la confrontación con los opositores.
Bolivia es "una sucursal" de las políticas "chavistas", dijo Quiroga
La Paz es sede del gobierno y el parlamento desde que ganó una mini-guerra en 1899 a Sucre, que ahora sólo alberga al Poder Judicial y, temporalmente, a la Constituyente.
Ese foro, que no ha redactado ni una línea de la nueva Carta Magna en trece meses de trabajo, suspendió hace dos semanas sus sesiones de forma indefinida, por los violentos disturbios registrados en la capital oficial.
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