La junta militar defiende la represión y culpa a Occidente de las protestas
Mientras tanto, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos advirtió a las autoridades que deberán rendir cuentas de lo que ocurre en el país.
El ministro de Relaciones Exteriores de Myanmar (Birmania) acusó a sectores de dentro y fuera del país de tratar de descarrilar su transición hacia la democracia y defendió las acciones de represión contra manifestantes "incontrolables y provocadores", como un acto necesario para restaurar el orden, informó AP.
"Ahora ha regresado la normalidad a Myanmar", dijo U Nyan Win durante el encuentro de cancilleres de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Las manifestaciones contra el gobierno de Myanmar se desataron en agosto ante el incremento de los precios del combustible, pero alcanzaron su punto más alto cuando se convirtieron en actos encabezados por monjes budistas en contra de 45 años de dictadura militar. Los soldados respondieron la semana pasada al dispararle a manifestantes sin armas. El lunes, la ciudad de Yangón estaba tranquila, y la presencia las fuerzas de seguridad era reducida.
Win acusó a "neocolonialistas", en una clara referencia a Estados Unidos, Gran Bretaña y otras naciones occidentales, de conducir una campaña en contra de Myanmar mediante "sanciones económicas e informaciones falsas sobre supuestos abusos a los derechos humanos" por parte del gobierno.
Tales campañas, dijo Win, suelen terminar con la invasión de las naciones y el derrocamiento de sus gobiernos.
"Recientes acontecimientos dejan en claro que hay elementos dentro y fuera del país que desean descarrilar el actual proceso (de democratización), para tomar ventaja del caos posterior. Ellos se han vuelto cada vez más atrevidos y han reforzado su campaña para enfrentar al gobierno", dijo Win.
Win indicó que "oportunistas políticos" aprovecharon una pequeña manifestación contra el incremento de los precios del combustible, buscando "convertir la situación en un enfrentamiento político, ayudados y consentidos por algunas naciones poderosas".
ONU: 'El mundo les observa'
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, advirtió al mismo tiempo a las autoridades birmanas que deberán rendir cuentas de lo que ocurre en el país y que el mundo les observa, durante la apertura de una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU, reportó EFE.
Las autoridades de Birmania no deben confiar más en el aislamiento para llevar a cabo la represión de las protestas pro democracia en el país, dijo Arbour, pues "gracias a las nuevas tecnología e internet el mundo tiene acceso a todo lo que ocurre", señaló.
La responsable de derechos humanos intervino en primer lugar en la sesión de urgencia convocada en el CDH a instancias de la Unión Europea, que logró obtener el apoyo de más de un tercio de los 47 miembros para ello.
La alta comisionada afirmó que la desaparición de las manifestaciones de las calles birmanas "no ha sido voluntaria" y expresó su gran preocupación por la situación de los heridos "transportados a lugares desconocidos" y por los monjes que iniciaron las protestas hace dos semanas, "confinados en sus monasterios o algo peor".
Por su parte, el relator especial de la ONU para Birmania, Paulo Sergio Pinheiro, aseguró que está "conmocionado por el creciente número de muertos y heridos" e instó al régimen de Rangún a "renunciar a las medidas brutales y a cooperar con la comunidad internacional".
Y especialmente, pidió que la junta militar birmana "nos dé información detallada sobre el número de muertos, heridos, detenidos, cuántos civiles, cuántos monjes, etc.".
"Son cuestiones muy claras y objetivas", subrayó, en su intervención ante el Consejo.
En la sesión, la UE presentará un proyecto de resolución en el que se condena la represión ejercida por la junta militar y se pide la liberación de los presos políticos.
En el borrador también se insta al gobierno militar a que se comprometa urgentemente en un diálogo nacional con todas las partes, con el fin de alcanzar una reconciliación nacional y la democratización, y se pide a Pinheiro que intente visitar urgentemente el país asiático para después presentar un informe ante el CDH.
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