La unidad izquierdista en torno a Lugo sólo dura unas 48 horas
El nuevo presidente también se enfrentará este lunes a su primer conflicto con los empresarios por el incremento de los impuestos a la soja.
Apenas dos días después de que el nuevo presidente paraguayo Fernando Lugo asumiera el cargo, la unidad de las organizaciones de izquierda se rompió el domingo en dos partes: el Partido Movimiento al Socialismo (P-MAS) y Tekojojá, informó la AP.
A pesar de la fractura, ambas agrupaciones tendrán oficinas estatales a su cargo cuando este lunes asuman sus funciones oficialmente. Hicieron campaña juntas para que el ex obispo católico ganara la presidencia.
El P-MAS, encabezado por Camilo Soares y Karina Rodríguez —que respaldan la llamada Revolución Bolivariana del presidente venezolano Hugo Chávez—, consiguió la administración de tres ministerios: la Cancillería, Emergencia Nacional y el viceministerio de la Juventud.
Por su parte, Tekojojá ("gente unidad", en guaraní), encuadrado en el marxismo ortodoxo, estará a cargo de los ministerios de Salud Pública y de Acción Social, así como de la jefatura de gabinete. Esta será encabezada por Miguel López, un ex guerrillero de la década de 1970 durante la dictadura del general Alfredo Stroessner.
Tekojojá difundió el domingo un comunicado donde denunció "la prepotencia y el intento de hegemonía del P-MAS dentro de los sectores progresistas" de la política paraguaya.
"Hacemos un llamado a Fernando Lugo, a las organizaciones sociales y políticas del campo popular a estar alertas", indicó.
Soares, en una entrevista telefónica con la AP, había advertido que "los de Tekojojá son obtusos: antes de las elecciones del 20 de abril les propusimos la unidad total pero ellos la rechazaron, diciendo que les convenía actuar por su cuenta. Y así les fue. Nosotros estamos fuertes".
La izquierda, de hecho, fracasó en los comicios de abril: de 45 bancas en la Cámara de Senadores, sólo ganó una. En diputados, de 80 curules, sólo conquistó uno.
Lugo está afiliado al Partido Demócrata Cristiano (PDC), el cual no tiene representación parlamentaria.
El presidente paraguayo también se enfrentará este lunes a su primer conflicto con los empresarios. La decisión de Lugo de cobrar más impuestos a la soja ha sido rechazada por Gustavo Volpe, presidente de la Unión Industrial, porque en su opinión "se debe combatir la corrupción y no crear nuevos tributos".
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