Los aliados ofrecen ayuda financiera a los rebeldes libios

Los rebeldes libios consiguieron el jueves un salvavidas financiero valorado potencialmente en miles de millones de dólares de un grupo de países occidentales y árabes, mientras los cazabombarderos de la OTAN atacaban a las fuerzas leales al líder libio, Muamar el Gadafi, en el oeste del país mediterráneo.

Ministros de la coalición contraria a Gadafi —llamada el Grupo de Contacto de Libia y con Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Qatar, Kuwait y Jordania, principalmente— acordaron en Roma establecer un fondo para financiar a los rebeldes, que están muy necesitados de efectivo.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton declaró que Washington intentaría liberar parte de los cerca de 30.000 millones de dólares (unos 20.000 millones de euros) en fondos del estado libio congelados en Estados Unidos, para ayudar al movimiento rebelde.

La anfitriona, Italia, dijo que se organizaría un fondo especial temporal de las naciones aliadas para canalizar el dinero hacia la administración rebelde de Bengasi, en el este de Libia.

Kuwait ofreció 180 millones de dólares, mientras que Qatar prometió 400 o 500 millones de dólares, dijo el Primer Ministro de Qatar. Francia afirmó que estaba evaluando su contribución al fondo, que estaría operativo en unas pocas semanas.

Un portavoz rebelde en Zintán, al suroeste de Trípoli, dijo que aviones de la OTAN alcanzaron a las tropas de Gadafi cerca de unos depósitos de armas en el oeste de esta localidad en manos rebeldes.

“Alrededor de 8-10 misiles cayeron ahí. Un testigo que está cerca de la zona lo ha confirmado”, dijo a Reuters por teléfono el portavoz, Abdulrahman, que agregó que la zona se encuentra a uno 30 kilómetros de Zintán. Previamente había dicho que las tropas gubernamentales habían lanzado unos 50 cohetes rusos Grad a la ciudad.

Cerca de la frontera con Túnez, un combatiente rebelde contó a Reuters que había intensos combates en el área del pueblo de Ghezaya, que se encuentra entre el puesto fronterizo de Dehiba —en manos rebeldes— y la localidad de Nalut, cuyos habitantes dijeron que leales a Gadafi habían estado bombardeando las posiciones rebeldes. Los rebeldes dijeron que se están preparando para un intento de recuperación del puesto fronterizo por las tropas gubernamentales.

Los combates han ido llegando a un punto muerto y el Consejo Nacional de Transición (TNC, por sus siglas en inglés) dice que necesita 3.000 millones de dólares para continuar en los próximos meses. Sin embargo, los intentos de liberar los activos libios congelados en las cuentas extranjeras o el permiso a los rebeldes para que superen las sanciones de la ONU que les impiden vender petróleo en los mercados internacionales se han mantenido detenidos de momento.

Clinton señaló que Washington espera cambiar la legislación para permitir usar algo de los más de 30.000 millones de dólares de activos libios congelados en Estados Unidos para ayudar al pueblo libio.

“Me complace anunciar que el Gobierno de Barack Obama, en cooperación con el Congreso, ha decidido aprobar una legislación que permitiría a Estados Unidos acceder a una porción de esos activos que pertenecen a Gadafi y al Gobierno libio en Estados Unidos, así que podemos disponer esos fondos para el pueblo libio”, dijo.

Reino Unido dijo que no tiene previsto contribuir al fondo organizado para los rebeldes porque ya ha hecho una contribución “muy sustanciosa” a la ayuda humanitaria.

Hasta el momento, los rebeldes han sido reconocidos por Francia, Italia y Qatar. Un portavoz rebelde dijo el jueves que Dinamarca, España y los Países Bajos los habían imitado, pero las autoridades de estos países lo negaron.

El portavoz rebelde Mahmud Shammam contó a los periodistas que los rebeldes solo tenían fondos para pagar las necesidades inmediatas en alimentos, sueldos públicos y medicamentos hasta finales de mayo.

Una portavoz del Programa Mundial de Alimentación de la ONU, Josette Sheeran, dijo que los suministros de alimentos de Libia podrían acabarse en ocho o seis semanas.

“Si no afrontamos las grandes brechas en el sistema alimentario en Libia, sobre todo en el este de Libia, tendremos que estudiar una operación humanitaria relativamente masiva”, afirmó.

Un asunto especialmente preocupante es el destino de los civiles que sobreviven en pequeñas zonas resistentes a Gadafi en ciudades al oeste de Libia como Misrata y Zintán. Un barco de ayuda desafió el bombardeo de las fuerzas de Gadafi para rescatar a más de 1.000 personas de Misrata pero se vio obligado a dejar atrás a cientos de libios desesperados por huir de los combates.

En un encuentro en Trípoli, unos 2.000 integrantes de unas 850 tribus pidieron un parón de los ataques de la OTAN y el final de los combates.

© cubaencuentro.com