Los Guardianes de la Revolución amenazan con ataques suicidas en el Golfo Pérsico

Un dirigente de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen iraní, advirtió el lunes que los bassidjis (milicianos islamistas) podrían lanzar operaciones suicidas en el Golfo, informó la AFP.

"Si es necesario podemos recurrir a los elementos que están dispuestos al martirio", declaró el general de brigada Ali Fadavi, comandante de la marina de los Guardianes de la Revolución, citado por la agencia de prensa iraní Fars.

"Cada bassidji puede, como el mártir Fahmideh, cumplir grandes actos", dijo y añadió que una acción incluso pequeña en la región del Golfo Pérsico y del Estrecho de Ormuz "puede tener grandes consecuencias".

Hace un mes, el cuerpo de los "bassidjis", que cuenta con unos 10 millones de miembros, fue puesto bajo el mando directo del general Mohamad Ali Jafari, jefe de los Guardianes de la Revolución.

Estados Unidos impuso el pasado jueves nuevas sanciones a los Guardianes de la Revolución, a los que responsabiliza de contribuir a la proliferación de armas de destrucción masiva, y a su unidad de élite, Al Qods, a la que acusa de apoyar el terrorismo.

Además, Washington ha inscrito a tres bancos iraníes en su lista negra para acentuar las presiones y obligar a Teherán a detener su proceso de enriquecimiento de uranio.

Nuevas discusiones Irán-AIEA tras polémicas declaraciones de ElBaradei

Entre tanto, el subdirector de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA, organismo de la ONU) llegó este lunes a Teherán para nuevas discusiones sobre el programa nuclear iraní, en medio de una polémica creada por las dudas de su jefe, Mohamed ElBaradei, sobre las ambiciones militares de Irán.

Olli Heinonen debe permanecer en Irán tres días. A finales de septiembre y principios de octubre ya mantuvo discusiones con los responsables iraníes para esclarecer el tema de las centrifugadoras de uranio del tipo P1 y P2 en poder de Teherán.

Asimismo, expertos de la AIEA y de Irán mantuvieron también reuniones, mientras los países occidentales contemplan una tercera tanda de sanciones contra Irán, a la que acusan de querer fabricar la bomba atómica.

Pese a la sospecha occidental, ElBaradei afirmó no tener pruebas de que Irán intente fabricar el arma nuclear, provocando duras respuestas por parte de Israel y de Francia.

"No recibí ninguna información sobre un programa nuclear militar concreto y en actividad en estos momentos", declaró el director de la AIEA y Premio Nobel de la Paz en 2005 a la cadena televisiva estadounidense CNN.

"Incluso si Irán intenta actualmente lograr el arma nuclear (...) necesitará aún varios años para ello", agregó.

"Hay muchos puntos de interrogación. Pero ¿vimos en Irán elementos nucleares que puedan ser transformados rápidamente en armas? No. ¿Vimos un programa activo de militarización nuclear? No", añadió ElBaradei.

El director de la AIEA atizó la polémica al acusar a Estados Unidos de haber echado leña al fuego con las sanciones de la semana pasada contra los militares iraníes.

En cuanto a la visita de Heinonen, éste tiene previsto reunirse con una delegación iraní dirigida por Javad Vaidi, subsecretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

"Hicimos ya muchas cosas, pero aún quedan más y esperamos que se hagan", declaró Heinonen a su llegada a Teherán.

Por su parte, Mohammad Saidi, vicepresidente de la Organización Iraní de Energía Atómica, reafirmó la voluntad de Teherán de cooperar con la AIEA.

"Intentaremos durante las nuevas discusiones llegar a una conclusión con la AIEA sobre las centrifugadoras P1 y P2 y esperamos que nuestros esfuerzos se vean coronados por el éxito", declaró Saidi.

La AIEA espera recibir detalles de Irán sobre las centrifugadoras P1, de las cuales 3.000 funcionan ya en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz (centro), y las investigaciones del modelo P2, más potentes.

Occidente exige a Irán que suspenda su enriquecimiento de uranio y ya le impuso sanciones con dos resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Antes de imponer nuevas medidas, los occidentales han aceptado esperar a la publicación de un informe de la AIEA, a mediados de noviembre, sobre la cooperación de Irán y de un resumen del representante de la diplomacia europea, Javier Solana, sobre sus discusiones con Teherán.

Sin embargo, las declaraciones de ElBaradei provocaron una viva reacción en Israel, cuya canciller, Tzipi Livni, está en Pekín buscando el apoyo de China a las nuevas sanciones contra Teherán.

"ElBaradei, en lugar de luchar contra el programa nuclear de Irán intenta blanquearlo y justificarlo", declaró el ministro israelí de Relaciones Estratégicas, Avigdor Lieberman, al acusar al diplomático egipcio de estar motivado "por un compromiso con el mundo islámico".

El ministro francés de Defensa, Hervé Morin, también se opuso a ElBaradei afirmando que las informaciones de que dispone Francia, "corroboradas por otros países, dan el sentimiento contrario" a las palabras del director de la AIEA.

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