Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Brasil

Lula amplia su ventaja frente a Alckmin para la segunda vuelta electoral

Según la última encuesta, el presidente conseguiría ganar con un 56% de los votos válidos, sobre un 44% que obtendría su rival.

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El presidente brasileño y candidato a la reelección Luiz Inacio Lula da Silva amplió la ventaja sobre su adversario, el socialdemócrata Geraldo Alckmin y, si la segunda ronda de los comicios se realizara hoy, le ganaría con el 56% de los votos válidos, reveló el miércoles una encuesta, informó la AP.

Un sondeo del Instituto Datafolha indicó que en cinco días las intenciones de voto de Lula pasaron del 50% al 51% y las de Alckmin retrocedieron del 43% al 40%.

Al descontar las eventuales boletas blancas y nulas, Lula conseguiría ganar la segunda vuelta del 29 de octubre con un 56% de los votos válidos sobre un 44% que tendría Alckmin, arrojó la encuesta, divulgada por el diario Folha de S. Paulo.

En el sondeo anterior, cuyos resultados fueron publicados el viernes pasado, Lula contaba con el 54% de los votos válidos y Alckmin con el 46%.

La ventaja del presidente sobre Alckmin en las intenciones de voto se amplió de siete puntos porcentuales a 11.

Datafolha entrevistó a 2.868 personas el 10 de octubre y tuvo un margen de error de dos puntos porcentuales.

La encuesta fue la primera realizada después del primer debate en televisión de Lula y Alckmin, el 8 de octubre, por la cadena Band.

Aunque los dos candidatos manifiestan confianza en la victoria, pocos analistas se atreven a anticipar un resultado y resaltan que las encuestas son sólo un indicativo de intenciones, porque en la primera vuelta de los comicios Lula era favorito en los sondeos para alzarse con la victoria y, sin embargo, sorpresivamente Alckmin, que venía en un ascenso también detectado en las encuestas, consiguió llevar el pleito a un segundo turno.

Los analistas también indicaron que la inesperada agresividad de Alckmin en el debate, en que el socialdemócrata no dio tregua al presidente atacándolo por el lado de las denuncias de corrupción que han acosado al gobierno, pudo surtir el efecto contrario en ciertos sectores de la población y en vez de ganarle apoyos a Alckmin, se los restó.

Según el sondeo, el debate terminó en un empate técnico porque el 43% de los entrevistados dio por vencedor a Alckmin y el 41% a Lula.

Al conocer el resultado de la última encuesta, Alckmin afirmó que eran "pequeñas oscilaciones" y que "es necesario esperar".

"Lo más difícil fue llegar aquí (al segundo turno). Ahora vamos a ganar más confianza de la población", afirmó en una nota de su comisión de campaña.

"Todavía no da para decir que está resuelta" la elección, dijo en conversación telefónica José Alves Donizeth, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Brasilia. "A pesar de todos los palazos que llevó en el debate, Lula no cayó, que era lo que muchos anticipaban".

El resultado de la encuesta "parece paradójico, pero la verdad es que el voto del presidente Lula está muy consolidado y una reelección en Brasil significa un gobierno de ocho años con un plebiscito en el medio, a menos que surja una propuesta muy diferente y atractiva, lo que Alckmin no ha hecho", dijo por su parte la analista Lucy Hippolito.

"El presidente Lula sólo será derrotado si el PT (Partido de los Trabajadores) hace otra brutalidad", agregó.

Desde inicios del 2004, todas las denuncias han surgido de informes en la prensa confirmados luego por la policía y por miembros del PT, que después o fueron expulsados o renunciaron a su militancia. Casi todas las denuncias se referían a irregularidades que van desde el manejo de fondos de campaña hasta supuesto pago de sobornos en el Congreso; las más recientes surgieron de una abortada negociación para comprar un informe que supuestamente probaba actos de corrupción de candidatos regionales socialdemócratas.

El escándalo del llamado "dossier" contra los socialdemócratas —y cuyo misterioso contenido aún no ha sido revelado— estalló a apenas dos semanas de la primera vuelta y salpicó al propio director general de la campaña de Lula.

"La oposición no ha hecho nada; de hecho fue sorprendida por los escándalos. La agarraron con los pantalones abajo y por eso no se preparó para ganar la elección", indicó Hippolito.