Morales, que expulsó a la DEA, ahora se queja de la suspensión de los beneficios de EE UU por la lucha antidrogas

El presidente Evo Morales calificó de "venganza política" la decisión del mandatario de Estados Unidos, George W. Bush, de suspender los beneficios comerciales a Bolivia con el pretexto de una escasa cooperación en la lucha antidroga, reportó AP.

Morales dijo en rueda de prensa el jueves que está dispuesto a mejorar las relaciones con el nuevo gobierno del presidente electo Barack Obama, e incluso del restablecimiento de los embajadores de ambos países con "la condición que haya respeto".

"Por encima de la riqueza de un país, por encima de la pobreza de un país, primero está la dignidad de los bolivianos", expresó.

Morales también mencionó que se reunió con un senador estadounidense que no identificó en su última visita a Washington, quien le adelantó que "en junio" la gestión de Obama "ampliaría el ATPDEA".

Poco antes, el vicepresidente Álvaro García señaló que la decisión se trataba de una "actitud abusiva y agresiva de parte de una potencia mundial contra un país".

La suspensión de las preferencias arancelarias andinas para las textiles y manufacturas que ingresan al mercado estadounidense con arancel cero, entrará en vigor el 15 de diciembre, informó en un comunicado el gobierno estadounidense el miércoles.

El viceministro de Exportaciones, Huáscar Ajata, expresó que un fondo de ocho millones de dólares creado por el gobierno boliviano servirán para amortiguar el impacto, pero los empresarios señalaron que se trata de un crédito que los empresarios podrán utilizar para pagar aranceles y seguir exportando a Estados Unidos.

Los beneficios otorgados por el gobierno estadounidense habían estado en vigencia por más de diez años como un estímulo a la lucha antidrogas en los países andinos.

Morales negó rotundamente que su gobierno no esté colaborando en la lucha contra el narcotráfico, aunque reconoció que este año hubo más cultivos de coca, pero que tratan de disminuir.

La suspensión se suma a una serie de desencuentros entre La Paz y Washington que se agravó con la decisión del presidente Evo Morales de expulsar en septiembre al embajador estadounidense Philip Goldberg por supuesta injerencia interna.

Washington procedió de igual forma con el representante boliviano y poco después Morales suspendió indefinidamente las operaciones de la DEA, que colaboraba en la lucha antidrogas.

Morales dijo hace dos semanas que mientras sea presidente, la DEA no retornará a Bolivia.

En julio, la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional, fue obligada a salir de la región cocalera del Chapare, en el centro de Bolivia.

Tras ello, la Casa Blanca negó la certificación a Bolivia por su escaso apoyo a la lucha antinarcóticos y el presidente Bush anticipó que este país sería eliminado del sistema de beneficios llamado ATPDEA por sus siglas en inglés.

Bolivia también quedó fuera este año de la Cuenta del Milenio, que promueve Estados Unidos, al no cumplir ciertos requisitos para beneficiarse con unos 600 millones de dólares.

El gobierno boliviano busca ahora acuerdos comerciales con Venezuela, Irán, Brasil y México para sustituir al mercado estadounidense.

Aunque el gobierno manifestó su intención de mejorar las relaciones con la próxima administración del presidente electo Obama, el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, dijo que será difícil que el futuro gobierno estadounidense revierta la decisión.

La consecuencia inmediata será la pérdida de empleos en un año de crisis económica mundial, dijo. Bolivia exportó a Estados Unidos por 377 millones de dólares el año pasado de los que 153 millones ingresaron con las ventajas comerciales.

© cubaencuentro.com