Obama visita la Zona Cero tras la muerte de Bin Laden

Tres días después de la muerte de Osama bin Laden, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió el jueves con bomberos y policías de la ciudad de Nueva York y acudió a la Zona Cero para dar consuelo a una ciudad en donde aún no han cicatrizado las heridas del 11-S.

Su predecesor, George W. Bush, solo tres días después de que unos aviones de pasajeros secuestrados se estrellaran contra las Torres Gemelas del World Trade Center, estuvo con aquellos que trabajaban en los escombros aún humeantes y declaró: “La gente que ha derribado estos edificios pronto sabrá de nosotros”.

Casi una década después, cerrando el círculo de esa histórica visita, Obama fue a Nueva York a decir que la promesa se ha cumplido.

El Presidente estuvo primero en el parque de bomberos 54 de Midtown Manhattan —el que más integrantes perdió en los atentados, con 15— antes de ir al Bajo Manhattan, donde habló con policías y depositó una corona de flores en la Zona Cero, donde también se reunió con familiares de las víctimas.

Tras estrechar la mano de algunos bomberos, les dijo: “Solo quería venir aquí a daros gracias”.

“Este es un lugar simbólico del extraordinario sacrificio que se hizo en ese día terrible hace casi diez años”, agregó.

La muerte de Bin Laden “envía un mensaje a todo el mundo, pero también envía un mensaje aquí a casa, que cuando decimos que nunca olvidaremos, lo decimos de verdad”.

“No importa quién estuviera al mando, nos íbamos a asegurar de que a los autores de ese acto horrible los alcanzara la justicia”, afirmó Obama.

Bin Laden, líder de Al Qaeda y cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001, murió el lunes de un disparo en la cabeza por parte de un comando estadounidense que asaltó la vivienda en la que permanecía en Pakistán.

“Estábamos esperando esto desde hace diez años. Pone un poco más de orgullo americano en la gente”, dijo Al Fiammetta, un ingeniero de seguridad de 57 años de Bellport, en Nueva York, que dijo que trabajó en la Zona Cero limpiando escombros y que estaba esperando para ver a Obama.

El Presidente se reunirá el viernes en privado con algunos de los integrantes del comando de élite de las fuerzas especiales que participó en la operación para darles las gracias, según informó el jueves un responsable de la administración. El encuentro tendrá lugar cuando Obama visite Fort Campbell, en Kentucky, para hablar con varias unidades militares que han vuelto recientemente de Afganistán.

Obama también se reunió con varios policías, a los que felicitó y pidió que sigan vigilantes, asegurando que aún hay amenazas extremistas,

En una tarde clara y soleada en la Zona Cero, depositó una corona de flores rojas, blancas y azules en honor de los que murieron, haciendo una pausa para un momento de silencio. No hizo declaraciones y saludó a familiares de las víctimas junto al llamado “árbol de los supervivientes”, que sobrevivió a los atentados y formará parte del monumento que será inaugurado en el décimo aniversario.

Por fin se están haciendo progresos visibles en un proyecto valorado en 11.000 millones de dólares (unos 7.400 millones de euros) para reconstruir el emplazamiento del World Trade Center, tras los retrasos por motivos políticos, de seguridad y financieros. El edificio principal, 1 World Trade Center, que tendrá una altura de 1.776 pies (igual que el año de la independencia de EEUU) o 541 metros, ya tiene más de 60 pisos de altura.

Obama había invitado a Bush, pero el ex presidente republicano declinó la invitación, diciendo a través de su portavoz que prefiere mantenerse apartado de la atención pública desde que dejó el poder en 2009.

Casi 3.000 personas murieron en el secuestro de cuatro aviones por parte de integrantes de Al Qaeda que se estrellaron contra las Torres Gemelas, en el Pentágono en Washington y en un campo en Pensilvania.

Varias encuestas han mostrado una mejora en los niveles de aprobación de Obama tras la muerte de Bin Laden, aunque estos rebotes suelen tener una duración corta, sobre todo en un momento de dificultades económicas para muchos estadounidenses. Se espera que los votantes vuelvan a centrarse en las cuestiones nacionales vitales para su campaña de reelección en 2012.

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