Pekín rechaza recomendaciones del Consejo de Derechos Humanos

Pekín indicó que no planea abolir la pena de muerte, extender una invitación permanente a los expertos en derechos humanos de la ONU, eliminar la reeducación por el trabajo para condenados o revisar su actitud ante grupos religiosos ajenos a las iglesias reconocidas oficialmente, informó Reuters.

Así lo apunta el informe final sobre China adoptado en el mecanismo de Examen Periódico Universal (EPU) de Naciones Unidas, en el que China se ha sometido a la evaluación de una treintena de países sobre su situación de derechos humanos.

De esta manera, China rechazó la mayoría de las recomendaciones que más repitieron los países occidentales miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Australia, por ejemplo, le pidió garantizar los derechos socioeconómicos, políticos y civiles, así como protege a las minorías étnicas, abolir la pena de muerte y, hasta que lo concrete, reducir el número de delitos por los que se impone la pena capital.

Asimismo, se pronunció en favor de que se permita el acceso de periodistas a la región del Tíbet y a zonas rurales.

Por su parte, Canadá pidió a Pekín "eliminar todas las formas de detención administrativa", incluida la que supone un trabajo forzado.

Reino Unido mencionó en la evaluación de China la "falta de transparencia" sobre la pena de muerte, "que puede ser aplicada por 68 delitos, incluidos algunos que no tienen naturaleza violenta", mientras que Alemania le instó a combatir la tortura en los centros de detención y asegurar que cada prisionero tiene derecho a visitas y acceso a una defensa legal.

Muy lejos de las críticas, el gobierno de Cuba recomendó a China que, conforme a las leyes vigentes, "evite la impunidad de personas que se califican a sí mismas de defensores de los derechos humanos y que tienen el objetivo de atacar los intereses del Estado y el pueblo chinos".

Este jueves, la organización no gubernamental Chinese Human Rights Defenders (CHRD) denunció el rechazo de China a casi todas las peticiones de reforma por parte de treinta países occidentales miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reportó EFE.

En un comunicado, la organización no gubernamental explicó que China es el país que más sentencias de pena de muerte dicta al año —entre 8.000 y 10.000—, según admiten los propios legisladores chinos, aunque Pekín no da cifras oficiales.

Asimismo, la organización no gubernamental CHRD indicó que China respondió a las cuestiones planteadas por los países occidentales con respuestas evasivas y a menudo descaradamente falsas.

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