¿Podría el dinero influir en el caso Strauss-Kahn?

La posibilidad de un soborno suena frecuentemente en casos como el de la presunta agresión sexual de Dominique Strauss-Kahn, donde el acusado tiene poder y riqueza, y la acusadora ninguna de las dos.

De nuevo surgió la cuestión después de que New York Post dijera el martes que amigos del procesado ex jefe del Fondo Monetario Internacional intentaron pagar a la familia de la presunta víctima a cambio de que la mujer retirara los cargos contra Strauss-Kahn por intentar violarla y obligarla a practicar sexo oral con él: ¿Qué pasaría con la causa judicial si la camarera del hotel Sofitel decidiera retractarse de sus acusaciones?

El miércoles, Reuters informó que los abogados de Strauss-Kahn negaban la información, y que no hay pruebas de que se haya intentado un soborno. Pero la mera conjetura plantea complejas cuestiones éticas y legales.

Los fiscales que se enfrentan a un testigo que súbitamente se retracta deben lidiar con los requisitos de la Cláusula de Confrontación de la Sexta Enmienda, que garantiza al acusado el derecho “a ser confrontado con los testigos en su contra”.

Sus caminos alrededor de este mandato son limitados y no particularmente atractivos, dicen los analistas.

Primero podrían citar a la testigo, exigiéndole que testificase con la esperanza de que decidiera seguir son su versión original. Pero esa medida podría ser contraproducente si la testigo respalda la versión de los hechos del acusado.

Si la testigo ofrece un relato diferente, los fiscales podrían ir contra su credibilidad, señalando que dijo una versión diferente a la policía o al gran jurado. La amenaza de perjuro también está disponible si la testigo testificó previamente bajo juramento —como hizo la semana pasada ante un gran jurado—.

Normalmente, la norma procesal prohíbe a los fiscales introducir declaraciones previas extrajudiciales, dicen los expertos. Pero hay excepciones, varias de la cuales se podrían aplicar en el caso de Strauss-Kahn.

Declaración bajo estrés

Según las autoridades, la supuesta víctima contó inmediatamente a los empleados del hotel y a los agentes de policía que había sido agredida. Estas declaraciones podrían ser admisibles bajo la excepción de “testimonio emocionado” de la regla, que permite que los testimonios no jurados hechos espontáneamente tras un acontecimiento impactante podrían ser presentados como prueba de lo ocurrido.

“Lo más probable es que hubiera un montón de testimonios emocionados —al personal del hotel y a los primeros agentes de policía que llegaron—”, dijo Daniel Bibb, un ex fiscal de Manhattan. “Esta clase de prueba es común”.

Otra excepción a la regla de los testimonios, conocida como “protesta inmediata” y disponible solo en los casos de delitos sexuales, permitiría a los fiscales presentar ciertos testimonios extrajudiciales que la supuesta víctima realizó tras el incidente, dijo Bibb.

Esta excepción se utiliza a menudo para reforzar la credibilidad de las posibles víctimas que no informan inmediatamente del delito a las autoridades.

La fiscalía también podría proceder sin su testimonio completo, basándose, por ejemplo, en las pruebas físicas recogidas en la escena. Seguir adelante, incluso sin el testimonio de una víctima, se suele hacer más frecuentemente en los casos de violencia doméstica, que a menudo se frustran porque los testigos se niegan al final a testificar para proteger a sus parejas. Generalmente, se conoce como “procesamiento basado en la evidencia”.

Pero esta sería una opción improbable para los fiscales de Strauss-Kahn.

“No es que eso ocurra en muchos casos de delitos sexuales”, dijo Anne Milgram, ex fiscal general de Nueva Jersey, que duda que se pueda llevar adelante un caso contra Strauss-Kahn sin la presunta víctima. “La fiscalía necesita a la testigo en este caso”.

En muchos sucesos de violencia doméstica, dicen los abogados, hay pruebas adicionales de un delito: heridas, por ejemplo, o vecinos que escucharon una pelea.

Demostrar un soborno

Si, aun así, la fiscalía puede demostrar que el repentino cambio de versión de la supuesta víctima se debe a un soborno o una amenaza de Strauss-Kahn, o alguien asociado con él, sus opciones se amplían.

En ese caso, el testimonio de la mujer ante el gran jurado y sus declaraciones ante la policía podrían ser presentados como prueba, incluso aunque los abogados de Strauss-Kahn no tuvieran oportunidad de contrainterrogarla, según David Jaros, un defensor público de Brooklyn.

Siempre y cuando el acusado se haya “manchado sus manos” intentando manipular a la testigo, un juez podría decidir que ha renunciado a su derecho de la Sexta Enmienda para mantener un careo con su acusada, dijo Jaros.

No obstante, demostrar una acusación así contra el propio acusado puede ser difícil. “Tendrían que demostrar que el acusado estaba implicado en el intento de manipulación de la testigo antes de que pudieran acceder a cualquier tipo de declaración jurada que hubiera hecho”, dijo Jaros.

Por otro lado, un soborno de una tercera parte, no atribuible al acusado, no sería suficiente para eliminar su derecho de confrontarse con la testigo. En ese caso, los fiscales sólo podrían introducir el testimonio ante el gran jurado para impugnar a la presunta víctima si esta modifica su relato. Pero no podrían utilizar esa declaración como prueba de lo que realmente pasó.

Cualquier soborno pagado a instancias de Strauss-Kahn sería ilegal y podría suponerle más cargos en su contra. En teoría, los fiscales pueden actuar contra cualquiera que intentase soborno a la familia de la supuesta víctima, aunque arrestar a un ciudadano extranjero —ya sea en Francia o en África, donde vive la familia de la camarera—, podría resultar difícil.

Demanda civil

La forma más probable en la que el dinero podría desempeñar un papel para poner fin al caso sería a través de una demanda civil presentada por la presunta víctima. En general, dicen los expertos legales, las víctimas de delitos prefieren esperar la resolución del proceso penal antes de acudir a la vía civil, por una serie de razones. Pero ocasionalmente se puede recurrir a las dos vías simultáneamente.

El miércoles por la noche, Reuters informó que el abogado de la camarera, Jeffrey Shapiro, ha añadido dos abogados a su equipo legal, en parte para decidir “si se va adelante con un caso civil”, dijo. Señaló que cualquier demanda civil tendría que presentarse dentro del año del incidente.

Cuando la estrella de baloncesto Kobe Bryant fue acusado de violación, su presunta víctima presentó una demanda civil poco después de que el caso penal fuera desestimado, al parecer porque ella decidió no testificar. El caso al final se cerró por una cifra no desvelada.

En otro caso con un famoso, el cantante de pop Michael Jackson pagó millones en 1994 para resolver una demanda civil presentada por un niño que lo acusó de agresión sexual. A pesar de que dos grandes jurados consideraron los cargos, al final no se presentó ninguna acusación, en parte porque el testigo principal se negó a dar su testimonio.

Si se ha presentado una demanda civil, los abogados pueden trabajar para llegar a un acuerdo en cualquier momento, aunque deben cumplir con unas normas éticas que exigen que el caso civil y penal sigan vías separadas.

La sugerencia de que el testimonio de un testigo en un juicio penal se vería afectado por un acuerdo civil podría llegar a verse como obstrucción de la justica y acarrear una inhabilitación.

© cubaencuentro.com