Prensa colombiana deja entrever contactos en Cuba entre el Gobierno de Santos y las FARC

Algunos medios colombianos dejaron entrever este domingo que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC mantienen acercamientos en Cuba con vistas a entablar una negociación de paz, reportó Efe.

El diario El Espectador es el más directo con esa posibilidad e incluso da nombres de quienes serían interlocutores entre las partes.

El Tiempo, por su parte, destaca este domingo que en los últimos treinta años todos los gobiernos “han buscado diálogos de paz” con las guerrillas.

La primera persona que aludió a esos supuestos encuentros entre delegados de Santos y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana fue el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), el pasado 19 de agosto, en un acto público.

“Incomprensible esto: deterioro de la seguridad y el Gobierno negociando con el grupo terrorista de las FARC en Cuba. Y (el presidente venezolano, Hugo) Chávez protegiendo a las FARC”, afirmó Uribe en la ciudad de Sincelejo, capital del departamento caribeño de Sucre.

Santos, desde el principio de su Gobierno hace dos años, siempre ha asegurado tener la llave de la paz y ha negado que hubiera en marcha algún tipo de diálogo.

“Con extremo sigilo se está gestando un camino exploratorio hacia la paz entre el Gobierno Santos y las FARC (…). Solo que esta vez se quiere llegar al tema con una agenda específica y varios frentes de trabajo para ambientar el asunto en los ámbitos político e internacional”, señala El Espectador.

Bajo el título de “Contacto en Cuba” en su primera página, ese matutino señala que Sergio Jaramillo Caro, alto asesor de Seguridad Nacional, y Jaime Alberto Parra, alias “El Médico”, son “dos de los protagonistas de los acercamientos de paz”.

Añade luego que “en breve se conocerán detalles de los acercamientos”.

En El Tiempo se indica que “en Colombia hay muchos referentes históricos que hacen de la discreción el primer paso en la búsqueda de la paz”.

Recuerda el mismo diario que “en tiempos recientes el ex presidente Belisario Betancur (1982-1986) impulsó dos procesos de paz, uno con el M-19 (Movimiento 19 de Abril) y otro con las FARC, con esa característica previa”.

Para llegar a ellos, añadió, “el mismo jefe de Estado mantuvo encuentros secretos con líderes de estos grupos en España y México”.

Asimismo, rememora que Andrés Pastrana (1998-2002) “fue uno de los que más lejos llegó”, pues “tras varias reuniones previas, algunas de ellas secretas, se llegó al proceso del Caguán (sur del país), que duró más de tres años y tampoco fue exitoso”.

Pero también durante la administración de Virgilio Barco (1986-1990) se buscaron acercamientos con el M-19, “tras citas secretas del Gobierno con esa guerrilla en México y Panamá”.

Otro gobernante que buscó acuerdos fue César Gaviria (1990-1994), en su caso con las FARC y con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Lo mismo hizo el Gobierno de Ernesto Samper (1994-1998).

Pero también el de Uribe, quien, como señalaron algunos columnistas y editoriales, reveló, “como si se tratara de una catastrófica noticia, que el Gobierno estaba en Cuba adelantando diálogos con la guerrilla”.

Precisamente El Tiempo destaca en una nota “los encuentros secretos” de paz de Uribe y precisa que “en las postrimerías de su segundo mandato (finales de 2008 y comienzos de 2010) el entonces presidente impulsó de manera secreta un acuerdo político con las FARC”.

En el editorial de El Espectador de este domingo se indica que la revelación a modo de crítica de Uribe el domingo anterior “no es, ni de lejos, una mala noticia para el país”, sino, por el contrario, “un paso adelante para meterle cabeza, y no sólo fuerza, al conflicto que vivimos”.

“La guerra intestina que padecemos desde hace décadas, con sus muertos, desplazados y desaparecidos, no puede solucionarse de otra forma que negociando con los enemigos declarados del Estado”, subraya ese escrito.

También en su editorial El Tiempo dice que “a propósito de los rumores recientes y ante la convicción de que la negociación es un escenario ineludible en el camino a la paz, es menester apoyar las gestiones que tengan el propósito de silenciar los fusiles”.

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